La despedida del insólito fenómeno mediático en el que se ha convertido el eurovisivo Rodolfo Chikilicuatre se celebró el jueves en el show que le vio nacer, Buenafuente , que logró una cuota récord con el adiós del personaje: llegó al 14% de share , la más alta lograda por el programa. En su conjunto, el espacio rozó el 10%, por lo que dobló la media del día de La Sexta. Sin duda, fue el entierro más divertido que se ha visto en la pequeña pantalla, además de un éxito de audiencia para La Sexta y la productora de Buenafuente, El Terrat.

En la que fue --en principio-- su última intervención, Chikilicuatre explicó que quiere tomarse un descanso: "Me retiro momentáneamente de la música", explicó, por lo que ha pensado en relajarse y hacerse budista. Pero dejó una puerta abierta para su retorno: "Estoy pensando en componer una canción nueva, el chaka-chaka, con cinco pasos".

El representante de Eurovisión agradeció a las bailarinas Disco y Gráfica su esfuerzo, así como a "Uribarri, Rafaella y a todo el mundo que ha bailado el Chiki-chiki, y a los tres que no lo han bailado".

El artista abandonó el plató de Buenafuente con un toque de humor negro: en un coche funerario. Pero no en el ataúd, sino sentado junto al conductor del fúnebre vehículo. Así, a partir de ahora, el actor David Fernández se desprenderá del personaje que le ha absorbido durante los últimos cuatro meses.

El show de Andreu Buenafuente también ironizó sobre los suculentos beneficios que le ha reportado la creación del personaje: presentó un espot publicitario de una tarjeta de crédito sobre lo que ha significado Rodolfo Chikilicuatre para el programa, y realizó una parodia de un debate televisivo, titulado La paranoria , con personajes como un tal Jordi, presentador del supuesto programa --que recordaba a La noria de Tele 5--, y los colaboradores, entre los que destacaban Jaimito Jiménez Arnau, Melena Gracia y Karmele Márchate, que analizaron el final de Rodolfo Chikilicuatre.