Los cruces entre series empiezan a ser un buen recurso para atraer a las audiencias. La CBS acaba de plasmar uno que, por lo pronto, resulta interesante: el agente especial del FBI Jack Malone (Anthony LaPaglia) deja Nueva York para intentar resolver un caso en el que las pistas le llevan a Las Vegas, donde busca la ayuda del equipo de CSI, encabezado por Grissom (William L. Petersen). La excusa para que el protagonista de Sin rastro participe en un episodio doble de la serie de Petersen (emitido la pasada semana en EEUU) surge cuando aparecen en Las Vegas los cuerpos de una mujer y un niño relacionados con un secuestrado en Nueva York. Más allá de su propia misión, el agente Malone se ve implicado en la búsqueda de un escurridizo asesino en serie. En el intento de capturar al criminal, Grissom viaja junto a Malone a Nueva York, escenario de Sin rastro, pero sin pasarse por las oficinas de CSI New York.