Para despedir el año con alegría la madrugada de ayer Manel Fuentes (T-5) nos preparó un resumen con las mejores criaturas que han pasado por su programa durante el 2002. Ha sido un trabajo iluminativo. Fuentes ha conseguido un estilo propio en ese difícil arte de pasar la maroma todas las semanas, y evitar caer --o que te hagan caer-- a la primera mordida. Para ello, ha perfeccionado una gel dentífrico, un elixir bucal, curiosísimo: con él consigue que no muerdan sus colmillos, pero evita los lametazos perrunos que tanto abundan. O sea, realiza una suerte de equilibrio muy eficaz ante la televisión que ahora priva. Pongamos un ejemplo calentito. Una de las últimas entrevistas de este año fue al emergente alcaldable del PP Ruiz-Gallardón. ¡Ah!, Fuentes le hizo un trabajo, un macramé, virtuosísimo. Para que de entrada no estuviese incómodo, en lugar de hacerle compartir plató con criaturas inconvenientes o heterodoxas, como un Lecquio, un Boris, o un Florentino --como hizo con otros políticos-- le puso al lado a Emilio Aragón, que es un showman educado y fino y al que el gran sátiro Leo Bassi definió una vez como El payaso pijo . Evidentemente, una garantía. Luego se pusieron a escuchar música, aunque se permitieron, eso sí, la maldad de intercalar el conocido tema de Tamara No cambie, no cambie , lo cual fue un golpe durísimo. Y al final se le hizo al invitado la gran pregunta:

"Díganos, ¿descarta ser el sucesor de Aznar en el 2004?". Ante la cual, respondió: "Lo contestaré dentro de 12 meses", y rio como un niño.

Otra nota fue la de Quique San Francisco. Comentando la posible entrada de Ana Botella en la alcaldía, le dijo al político: "Qué bárbaro: doña Ana concejala, Aznar viajando continuamente a Galicia... ¡Qué trajín!".