Compañerismo, nervios y muchas esperanzas. Esos tres factores marcaban ayer la segunda jornada del casting de Circus. Más difícil todavía , el nuevo talent show --formato a caballo entre un concurso y un reality -- que Cuatro estrenará a mediados de septiembre y que presentará Josep Lobató.

De la misma manera que a Operación Triunfo se presentan aspirantes a cantantes y a Gran Hermano lo hacen proyectos de famosos o tertulianos de programas del corazón, al programa de Cuatro acuden jóvenes cuyo mayor sueño en la vida es poder ganarse la vida en el circo. Trapecistas, cómicos, grandes saltadores o malabaristas. Todos ellos tienen su oportunidad en el casting de Circus , cuya primera fase finaliza hoy. Los seleccionados tendrán la prueba de fuego en Madrid antes de que concluya el mes de agosto.

PREPARACION FISICA

Pese a que la productora del espacio, Zeppelin, busca a artistas de distintas disciplinas, en las pruebas de ayer se echaba de menos a los payasos, esos cómicos tan valorados dentro de los actores pero que, con el tiempo, han ido desapareciendo. Por contra, abundaban jóvenes con una gran preparación física cuyos ejercicios, para los poco entendidos, no distan demasiado de los que estos días realizan las gimnastas olímpicas en Pekín.

Entre estos auténticos atletas se encuentra Isabel Alfonso, una valenciana que viajó ayer mismo desde Zaragoza, donde forma parte del elenco de actores de un espectáculo de la Expo. Prueba de que a este concurso se presentan jóvenes que, en su mayoría, no buscan la fama es la intención de Isabel de que no se grabe la demostración con la que quiere impresionar al jurado. "¿Habrá cámaras?", pregunta intrigada a su compañero de estiramientos, José Luis Murillo, quien explica que "aunque no lo haya leído, ha firmado un contrato en el que autoriza a la productora a que la graben". Isabel, en cualquier caso, asiente sin darle mayor importancia al asunto. Lo realmente importante es llegar a la final de Madrid.

Con otro ánimo se encuentran Tamara y Javivi. Ella, una nerviosa saltarina sevillana que vive en Barcelona, hace gala de su gran nivel de catalán. Aunque el dominio lingüístico no le servirá de mucho en estas pruebas, su desparpajo quizá sí le sea bastante útil, y en ello confía. Quien le acompaña, Javivi, cuenta que ha aprovechado sus vacaciones --reside en Suiza-- para presentarse, mientras hace malabares y trata de tranquilizar a Tamara. Y es que, pese a que no se conocen, los aspirantes enseguida demuestran grandes dosis de compañerismo.

"Aquí somos pocos --a las pruebas han acudido unas 100 personas--, pero auténticos", sentencia Christian, quien ha salido a las cinco de la mañana de Valencia, donde ayer, pasada la medianoche, todavía disfrutaba de la fiesta mayor de su pueblo. Mucha mierda para todos.