Tras pasar por agencias de publicidad, salir en varios catálogos de ropa y un par de anuncios de bebidas gaseosas, aterrizó como Clark Kent en Smallville . Acaba de terminar la primera temporada y ya se dispone a rodar la segunda.

Soñaba con ser Supermán?

--Sólo vi la película de Christopher Reeves y mi padre dice que, después de verla, en Halloween siempre quería vestirme de Supermán. El tiene una foto mía que piensa vender en internet... Ya le he dicho que quiero el 15% del beneficio...

Se ha salvado de ponerse la capa roja y los leotardos azules...

--Interpretar a alguien que siempre hace lo mismo o del que se esperan las mismas cosas, en este caso ayudar a la gente de apuros, resulta a la larga muy aburrido. Supermán ha sido un símbolo con el que se han identificado los jóvenes durante décadas; pero ahora, la imagen del héroe es mucho más circunspecta, es más irónica y más oscura. Ya no se trata de tener una capa, un antifaz o de ser más rápido que una bala. Eso es lo que me gusta de interpretarlo, hacerlo desde un punto de vista más introspectivo.

¿Qué piensa de todas las series y películas basadas en héroes del cómic que se ven últimamente?

--Forma parte de la historia del cine y de la televisión el mirar al pasado e intentar recrear algo. Me parece muy bien que se creen este tipo de historias que motiven a los jóvenes a hacer algo positivo, a identificarse con personajes que hacen el bien, para ayudar a la gente y no para beneficiarse ellos. Eso, en los tiempos que corren, es motivo de inspiración y me alegra ser parte de ello.

¿Qué obstáculos ha tenido que superar para llegar hasta aquí?

--Ninguno, ha sido increíblemente fácil. Por supuesto, he sido rechazado en muchas pruebas y he tenido que trabajar duro para aprender no sólo el oficio, que todavía estoy aprendiendo, sino a manejarme en este negocio del cine y de la tele, que es nuevo para mí.

¿No teme encasillarse?

--Sí, ése fue uno de los motivos por los que al principio dudé en aceptar el papel. He firmado un contrato por cinco años y eso es mucho tiempo. Mi padre me convenció: "Si lo haces bien, la gente reconocerá tu labor, no importa el personaje. Te ofrecerán trabajo porque eres buen actor. Pero no se te ocurra ponerte los leotardos: estarás perdido..."

¿Su esposa es actriz?

--No, y me alegro. Con uno en la familia me parece suficiente. Quiere competir en los próximos JJOO con el equipo de equitación de EEUU. Pero si estoy aquí es porque ella me apoyó en mi carrera. Vinimos a Los Angeles con la condición de probar suerte y, si en un año no salía nada, volver a casa. Ella no quería que invirtiera 10 años en una quimera.