Tras trabajar en las ediciones del 2014 y el 2015 del 'reality' 'Supervivientes' y de dirigir 'La vida secreta de los niños' en Movistar+, Sonia Domínguez cambia totalmente de registro para dirigir 'Desnúdame', el 'reality' nudista de citas a ciegas que emite desde hace unas semanas DKiss (domingo, 21.00 horas), con la consigna de buscar el amor entre dos desconocidos que comparten cama en ropa interior.

¿Cuál es el principal objetivo de ‘Desnúdame’? Pretendemos demostrar que en 30 minutos te puedes enamorar de una persona, aunque este es un concepto difícil de definir. Dejémoslo en que en esa media hora puedes enganchar con ella y despertar el interés reciproco.

¿Pero no hay otros medios más ortodoxos para hacerlo? Mucha gente utiliza ahora las redes sociales para conocer a otras personas y ver si les interesa. Aquí tienes que dar la cara para ligar. Volvemos a recuperar el contacto con la gente en el trabajo, en el bar o en la calle y el hecho de que te atrevas a decirle algo a esa persona. Aquí empiezas al contrario: cuando conoces a una persona, te gusta y tienes una atracción física acabas teniendo una relación sexual con ella antes o después. Aquí no se trata de que mantengan una relación sexual, sino que se vean despojados de todo tipo de prejuicios, incluida la ropa que llevan encima, y se conozcan. Que se olviden de cómo son físicamente y se interesen por ellos mismos como personas. Por cómo son, sus preferencias, sus gustos y sus puntos en común, que es lo que al final tienden todos a buscar.

¿Cuántas personas se presentaron al 'casting'? 150 personas. De ahí elegimos a los 80 que participan en el programa.

¿Hubo algún desertor? Sí, hubo gente que se echó para atrás a pesar de que les habíamos advertido que uno de los requisitos era quedarse en ropa interior para poder hacer un ensayo, ver cómo eran físicamente y cómo se comportaban en esa situación delante de dos desconocidos, que era lo que les iba a pasar en el programa. Hubo gente que dijo que no, a pesar de que sabían que el programa se llama 'Desnúdame'. Yo creo que el factor nervios les pasa factura y ponen ese pretexto del desconocimiento cuando se ven en esa situación. Hubo una chica que nos dijo que no sabía que se tenía que desnudar, que llevaba puesto un tanga y que no quería salir así. Le dijimos: “Bájate, cómprate unas braguitas, te las pones y vuelves a subir”.

¿Cobran algo los participantes? No. En algún caso hemos tenido que pagar un viaje para hacer el 'casting', pero en principio no cobran. No es como en 'First dates' que les dan 100 euros para que paguen la cena. Los nuestros son unos valientes y hay que decirlo muy alto. A la gente le llama muchísimo la atención este tipo de ‘dating’. No es igual que los otros de ese género. Este es muy novedoso y vienen para vivir la experiencia. A los chicos les cuesta menos desnudarse que a las chicas. Pero al fin y al cabo es como cuando vas a la playa, te pones un bikini y te da igual que te vean los demás. Esto es lo mismo, pero con ropa interior.

¿En qué se diferencia de ‘Adán y Eva’? En que en ese programa van desnudos. Pero creo que pasa lo mismo que en el nuestro: una vez que los ves desnudos o en ropa interior se te olvida. Una vez que has hecho la radiografía del cuerpo y lo has criticado mentalmente, porque en España somos muy de criticar, te centras en lo que están hablando, en sus gestos, en sus miradas. El lenguaje no verbal dice muchísimo en este programa. No nos estamos recreando en un cuerpo.

Visto así, los dos programas se parecen mucho… No, no son parecidos. Se diferencia en el ‘casting’, en los personajes, que no tienen nada que ver. No quiero ir más allá porque no quiero criticar a otros programas. Solo voy a decir que este programa es elegante y está muy cuidado. Con eso lo digo todo.

¿Qué porcentaje de éxito están teniendo? Más del 50%. Creo que es una respuesta positiva. Por lo menos hemos despertado la curiosidad en ellos y se han dado una oportunidad.

En la grabación de uno de los programas llamaba la atención lo bien que se lo pasan en la mesa de realización. ¿Es siempre así? Nos lo pasamos pipa. Lo vivimos y disfrutamos mucho. No tenemos la sensación de estar trabajando. Hacemos apuestas desde el control. Y discutimos entre nosotros: “¿Tú crees que estos dos?”, “Mira ese gesto”... En casa, seguro que los espectadores harán lo mismo.