Durante los meses posteriores al hundimiento del Prestige, el 13 de noviembre del 2002, España vivió con intensidad la polémica suscitada por la respuesta del Gobierno al desastre ecológico que manchó la costa gallega de fuel. Casi tres años después, esta semana ha finalizado el rodaje de Chapapote... o no, telefilme en clave de comedia negra que muestra las acciones llevadas a cabo por pescadores de un pequeño pueblo, políticos y voluntarios en el primer mes de la tragedia.

Con la voluntad de ser fiel a los hechos, el telefilme utiliza imágenes reales de las manifestaciones de Galicia durante esos días. A la vez, recrea la reacción de los afectados por el hundimiento del petrolero con personajes ficticios. "Reflejamos cómo la muerte que provocó el chapapote generó también una reacción a la vida", afirma Ferran Llagostera, director de la producción, que destaca el carácter de denuncia de la cinta: "Dispara con bala".

La historia se centra en un pescador al que da vida Francesc Garrido, que liderará a sus compañeros a la hora de reclamar responsabilidades. "Es un personaje que se revuelve contra el engaño del poder y me permite participar en la queja de lo que pasó", comenta Garrido. El marinero cuenta con el apoyo de su esposa, encarnada por Laura Conejero. La actriz valora "la valentía" del proyecto: "Hay hechos que se esconden y que es importante que se expliquen".

Las peticiones del protagonista se ven frenadas por el patrón mayor de la cofradía (Celso Bugallo) y por la clase política, representada por el alcalde del pueblo (Toni Sevilla) y un consejero de la Xunta, don Manuel, al que interpreta José María Pou.

ACIDO Y CORROSIVO

Pou destaca "la calidad del guión" y el sentido del humor "ácido y corrosivo" de la cinta. Y cree que el tono de comedia negra es el apropiado, porque "hay que tener una mirada humorística hacia los acontecimientos más recientes".

Con un presupuesto de 840.000 euros (140 millones de pesetas), la cinta está coproducida por el Centro Promotor de la Imagen (CPI), Jaleo Films, Orio Produkzioak, TVC, Canal Sur, ETB y Televisión Canaria. De momento, la televisión autonómica gallega ha descartado entrar en la producción.