La polémica sigue a Pepe Navarro como el burro a la zanahoria, y su regreso al redil de TVE no le ha servido para alejarse de ella. La cadena pública, que había anunciado el estreno del show Ruffus, periodista privado para finales de octubre, lo ha retrasado hasta fecha indeterminada, aunque confía en estrenarlo en noviembre. Los trabajadores de la tele pública se muestran duros con el periodista y critican tanto sus métodos de trabajo como los contenidos que está preparando.

CCOO en RTVE denunció el jueves pasado en un comunicado que Navarro ha ensayado una escena con dos hombres simulando una sodomización, y que ha pedido cintas de archivo en las que se hable de esta práctica sexual. También critican que en las pruebas a bailarinas pidiera que salieran con el pecho desnudo, a lo que la mayoría, según la nota, se negó.

"UNA VERG ENZA"

Para CCOO, por el camino que va, Ruffus, periodista privado será "una vergüenza". Francisco Andújar, secretario general de UGT en la cadena pública, lo calificó de espectáculo "de controversia y escándalo".

El comunicado también denuncia que Navarro no ha entregado todavía ninguno de los tres programas pilotos a los que le compromete el contrato firmado con RTVE, pese a haber comenzado a prepararlos a mediados de septiembre. Andújar consideró que esto se debe a que el showman es "caótico en todo", y denuncia sus caprichos creativos, que le llevaron a cambiar el plató de Estudios Buñuel, donde comenzó a trabajar, por Prado del Rey (donde se le ha adjudicado el Estudio 1, el más grande), o a pedir constantes modificaciones de los decorados.

El dirigente de UGT denuncia también que Navarro contrató por 6.000 euros semanales una unidad de montaje digital para utilizarla en los Estudios Buñuel, donde no había, pero que luego se la ha llevado a su nueva ubicación, pese a que en Prado del Rey sí existen esos equipos. CCOO critica otros "caprichos" del periodista, como ordenar poner moqueta en su despacho "porque le gusta trabajar descalzo", o abrir una ventana en la pared que separa su despacho del de sus colaboradores.

Un portavoz de RTVE aseguró que no hay preocupación por el programa. En cualquier caso, insistió en que el espacio que se emitirá "siempre será adecuado para una cadena pública".