El 9 de junio fue elegido presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el 22 de junio estrenó en Movistar+ El día de mañana, y el 20 de julio fue oficialmente nominado al premio Iris al mejor director por esta miniserie, basada en la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón, y que va camino de ser una de las producciones televisivas del año.

-¿Adaptó ‘El día de mañana’?

-La adapté junto con Alejandro Hernández, que es el coguionista. Al principio no veíamos por dónde tirar, porque la novela tiene una construcción muy polifónica y son todo testimonio de personas… No había un hilo cronológico y entonces hubo que buscarlo. Pero encontramos un camino y así nació… No había leído la novela, la leí cuando me propusieron hacer la adaptación audiovisual.

-O sea, que fue difícil…

-Difícil en el buen sentido, porque era un reto, ya que tiene una estructura que pedía algo especial, algo distinto y que al mismo tiempo se adaptaba muy bien a un formato de serie, más que a uno de largometraje…. En una película creo que no encajaría una novela tan compleja. Son 300 minutos de serie, y aún podríamos haber hecho otros 100 o 200 más, porque tiene muchos personajes y hay muchas tramas que se pueden desarrollar.

-Entonces, ¿este es el camino de la tele, desarrollar con tiempo y episodios historias densas sin espacio en un filme convencional?

-Creo que las series tiene un paralelismo más con la estructura de la gran novela, de la novela que transcurre a lo largo de tiempo. Siempre hay excepciones de filmes que transcurren a lo largo de los años, claro está, pero en la mayoría de las películas, cuanto más condensada esté en el tiempo la trama, más efectiva es. Y luego pasa que en la serie puedes ir desplegando capas de los personajes. Puedes ir abriendo muchas facetas del personaje de Justo, y también de Carme o de otros, que en una película no habría sitio para tanto. Entonces, esas capas que se van abriendo paulatinamente en cada capítulo nos permiten ir descubriendo nuevas cosas de los personajes.

-Ha comentado en varias ocasiones la suerte de poder trabajar con el nivel de producción que permite Movistar+.

-Están realizando una apuesta muy firme y muy sólida por lo que ellos denominan la ficción de calidad. Y la verdad es que me parece que sí es una apuesta decidida por este tipo de proyectos, que para nosotros son un privilegio.

-De sus inicios en series ‘Las chicas de hoy en día’ (1991) a ‘El día de mañana’ (2018), ¿qué cambios ha experimentado la televisión en estos años?

-Con Fernando Colomo, director de Las chicas de hoy en día, hablamos precisamente de esta evolución… Y la verdad es que la ficción que producía TVE en aquella época (hace casi 30 años) era brutal, porque teníamos todos los medios del mundo… Recordábamos que entonces rodábamos de ocho a tres de la tarde… Siete horas, que no está mal. Y teníamos tres semanas para hacer capítulos de 25 minutos… En El día de mañana hemos tenido 12 días para hacer 50 minutos, y hemos ido muy bien, ya que hemos tenido un promedio de realización parecido al cine. Si en una película tienes que sacar promedio diario de 2, 3 minutos, y en la serie tenemos que sacar cuatro minutos válidos, y en la televisión convencional se tienen que hacer 7, 10, o 15 minutos al día… El gran avance de la televisión es que ahora puedes trabajar igual que en el cine, que es una cosa fundamental. Puedes dividir los campos de luz, puedes cuidar la fotografía, puedes cuidar la puesta en escena… Esto te permite entrar más en la historia. En cambio, en la televisión convencional tienes que ir machacando y rodando más desde fuera.

-¿Cree que existe un ‘boom’ de la televisión?

-El boom es el que habláis los medios, porque yo vengo de Bonanza. Los veranos de mi infancia los recuerdo marcados por esa serie, y lo que no se sabe mucho es que, buena parte de sus capítulos, los dirigió Robert Altman. Todos los grandes del cine empezaron en series de tele.