Llegó la hora y el tomate fue triturado. Con los presentadores de luto, Jorge Javier Vázquez con traje y Carmen Alcayde con mantilla, el espacio de Tele 5 que se jacta de haber sobrepasado todos los límites de la tele rosa emitió ayer su última entrega, el programa 1.234, tras cinco años en antena y siendo líder en su franja. "Esto parece eso del enfermo se nos va. Pero nosotros no estábamos enfermos", fue el primer aldabonazo de Vázquez contra la repentina decisión de acabar con Aquí hay tomate . "¿Por qué pasan estas cosas en Tele 5 de repente?", se preguntaba Mercedes Milá en conversación telefónica. "Ha sido muy a lo bestia, pero os apoyo pase lo que pase y hayáis hecho lo que hayáis hecho".

La gran pregunta es esa: ¿Qué ha hecho Aquí hay tomate para molestar tanto y a quién? Ayer, entre proclamas de puro cachondeo como "¡No a la tala!", se deslizaron dardos envenenados. "Sea usted más cristiano, monseñor Rouco Varela", dijo uno de los reporteros. La peor parte se la llevó el diario Abc : "Se atreven a decir que perdemos audiencia, justo ellos, que están sufriendo una enorme sangría de lectores, quizá por su periodismo rancio y retrógrado".

"Ya no habrá más investigaciones, ni más exclusivas", suspiraba Alcayde. "Siempre hemos llamado a las cosas por su nombre. Nos dirigíamos a las mentalidades abiertas", se despachó Vázquez, como dándole una dimensión sociológica a su labor. Pero los que ayer expresaron su solidaridad con el equipo tampoco fueron de gran altura intelectual: Lydia Lozano, María del Monte, la duquesa de Alba, Concha Velasco, Jordi González, Ana Rosa Quintana, Francine Gálvez, Esperanza Aguirre y Jimmy Giménez Arnau.

Al incontenible Arnau se le escapó algo que ya se da por hecho: "Me habéis dicho que no lo diga, pero lo tengo que decir. Este programa volverá muy pronto a otra cadena y lo vais a hacer los mismos". Para Jordi González el de ayer fue el último programa, "de momento". La duquesa de Alba abundó en esta idea: "Sé que pronto vais a encontrar otro lugar mucho mejor", dijo. Quien no entró al juego fue Isabel Pantoja. Le armaron una fiesta en la puerta de su casa. La tonadillera no asomó el morro. Ella y Julián Muñoz encarnan la quintaesencia del tomatismo , esa manera de hacer tele rosa tan imitada que se metió en terrenos pantanosos cuando decidió hurgar en secretos improbables de los muertos, en intimidades de las alcobas y en la familia real. Ayer, en su despedida, recuperó su estilo más inofensivo y blanco.

"¿No era esto solo un espacio de tele?", preguntó Vázquez. Y quitando hierro ironizó: "Habremos molestado, ¡pero con lo fácil que es apagar la tele!". "Quien mucho triunfa, mucho le critican", sentenció Alcayde. "El más querido, el más odiado, el más imitado, el más visto", fue la despedida. Para cerrar, la voz del hawaiano Bruddah Iz cantando Over the rainbow y la imagen en blanco y negro de Arias Navarro diciendo: "Españoles, Aquí hay tomate ha muerto".

En Madrid, el acto convocado en internet, y anunciado por el propio show , en apoyo del programa apenas reunió ayer a una decena de personas contadas. Hoy, La noria (0.00 horas, en Tele 5) tendrá como invitados a Vázquez y a Alcayde, que romperán el silencio sobre su futuro.