El nuevo modelo de financiación de la flamante RTVE sin publicidad corre serio riesgo de encallar en Bruselas, después de que la Comisión Europea tomara ayer la decisión de expedientar a Francia por implantar una fórmula similar. El Ejecutivo comunitario considera que la tasa impuesta por el Gobierno galo a las operadoras de telecomunicaciones para compensar la progresiva desaparición de la publicidad puede ser contraria a las leyes de la UE.

El Gobierno español se inspiró en este sistema a la hora de suplir la falta de ingresos derivados de los anuncios. La nueva ley audiovisual, que ya ha sido aprobada por el Congreso y se encuentra ahora en el Senado, impone tasas a las teles privadas y a las empresas de telecomunicaciones para financiar a RTVE. Pero la fórmula española recibió un primer aviso el mes pasado, cuando la Comisión Europea abrió una investigación al sospechar que esa figura tributaria vulnera las normas de la UE. Bruselas ha pedido a España que no use dichas tasas para costear los gastos de la tele pública hasta que no concluya la investigación.

Es muy probable que el modelo español siga los pasos del francés y tenga que enfrentarse a un expediente. Las autoridades galas tienen ahora dos meses para presentar su alegaciones. Si no consiguen convencer con sus argumentos a la Comisión Europea, el caso podría acabar en el Tribunal de Justicia de la UE, cosa que también podría ocurrir con España.