Desde que se hizo popular con el papel de La Choni en Los Serrano (Tele 5), Pepa Aniorte (Orihuela, 1973 no ha parado de hacer tele: Águila Roja, Niños robados, Con el culo al aire, Lo que escondían sus ojos, El incidente, Servir y proteger y Tu cara me suena.

-Menudo añito el de Pepa Aniorte. Hubo un momento que estaba los martes en ‘El incidente’ y los viernes en ‘Tu cara me suena’ (A- 3 TV), y cada día en ‘Servir y proteger’ (TVE-1).

-Dime que no os vais a hartar a mí. Dime que no… Pues ahí estoy, con la serie de policías y matándome para que todo salga bien en Tu cara me suena, porque la productora de Servir y proteger se puso de acuerdo con Gestmusic y no tuvieron problema en dejarme venir. Por eso lo hago con mucha responsabilidad para devolverles ese cariño.

-Confiese: se moría de ganas de participar en ‘Tu cara…’

-Fue más mi familia, que me animaba a hacerlo. Y yo les decía: «Pero ¿os creéis que eso es fácil?». Y cuando este año me lo propusieron y fui a las pruebas de selección, mi representante me dijo: «Mira que no habrá gente en este país que cante y que tal». Y, mucha, bastante mejor que yo, eso es indiscutible. Pero lo disfruté tanto, que cuando me llamaron, ni me lo pensé. Y luego está el hecho de que yo soy seguidora del concurso desde la primera edición. Ese día pensaba: «¡Tío, que me voy a subir al ascensor! ¡Qué fuerte! ¡Es que no me lo creo!».

-Tuvo un momento fan, vamos.

-Sí. En la primera actuación, en la que hacía de Paulina Rubio, incluso me temblaron las piernas. Cuando vi al público, pensé: «¡Qué subidón! ¡Ya estoy aquí!». Fue muy bonito y emocionante.

-Y ganó esa primera gala. ¡Menudo comienzo! ¿Y de dónde le viene eso de cantar tan bien?

-Es que yo, de joven, era cantante de verbena. Pero tú, en una orquesta, no imitas; al contrario, te lo llevas a tu voz para estar comodita. Aquí, en cambio, el reto es: muévete como ella o él, copia sus giros, sus tics, la manera de pisar, de bailar, los gestos... Yo tengo poquita voz, pero agradable. No obstante, prefiero hacer algo más actoral, en lo que me pueda defender. Si hay que hacer de Bob Esponja, se hace, y será mucho mejor que imitar a Montserrat Caballé.

-¿En qué género se siente usted más a gusto?

-En el pop. También es donde la colocación vocal es más básica. Y para una persona que no canta, no supone tanta exigencia como un lírico o una copla. A mí me gustaría cantar copla como una diosa, pero eso a mí no me pasa.

-Cuando supo que concursaría, ¿a quién le hacía ilusión imitar?

-A un hombre. Porque como actriz nadie me va a llamar para hacer un personaje masculino. O es muy difícil. Vamos, que el Goya al mejor actor no me lo van a dar nunca. Quería tener la oportunidad de pisar el escenario como un tío.

-Y lo logró en la séptima gala: lo pisó convertida en David Civera.

-Sí. Pero nunca haría de Raphael, a quien adoro. Es mi mito, mi dios, y no sería capaz. Ni a Rocío Jurado.

-¿Por una cuestión de respeto?

-De respeto, de colocación de voz y de preparación como cantante. Yo no podría hacer una Jurado en la vida. Y si me toca, esa semana me pongo mala y ya está. No voy.

-En cada edición, cada concursante responde a un perfil: la guapa, la graciosa… ¿Y usted?

-Yo aquí he venido por guapa, evidentemente. Que quede claro, por favor [ríe].

-Hábleme de su trabajo en ‘Servir y proteger’. ¿Hacer una serie diaria supone un cambio fuerte de ritmo de trabajo?

-Para mí era un reto. Yo le decía a mi representante: «¿Por qué no nos sale una serie diaria?» Y el me respondía si no tenía suficiente. Pero es que yo soy muy de retos; me ponen. Por eso he ido a Tu cara me suena, para ver qué pasaba. Y la serie diaria requiere mucho estudio. Te estás dos meses sin ver a tus padres y eso no puede ser. Con lo que, a veces, te escapas un fin de semana y sacrificas un poco de tiempo de estudio para visitarles. Ya lo quitarás del sueño o de lo que sea.