"No tiene que haber ni un solo despido, y se deben mantener todos los centros para que no haya movimientos". Estas son las condiciones que plantean los representantes de los trabajadores de Caja de Badajoz y de Caja Extremadura para apoyar una posible fusión de ambas entidades. Así lo indica Jesús Muñoz Pascual, responsable del sindicato UGT en Caja de Extremadura, quien no obstante señala que habrá que esperar a las decisiones que tomen al respecto los órganos de dirección de las entidades antes de señalar los siguientes pasos de un proceso que daría lugar a una entidad de tipo medio, que se situaría en el puesto 25 del ranking de cajas españolas --hay 46--, con un volúmen de depósitos de sus clientes que rozaría los 9.000 millones de euros.

Ya hay un precedente de fusión de cajas en la región, la que protagonizaron Caja Plasencia y Caja Cáceres, que dio como resultado la aparición de Caja Extremadura, y que aunque "fue costosa" al final se llevó a cabo "con acuerdo laboral, sin ningún trauma y conservando los puestos de trabajo", recuerda Muñoz. Ahora espera que, si finalmente se decide seguir adelante con la unión, se repita esta misma la historia, una posibilidad en la que confían teniendo en cuenta que, al menos Caja de Extremadura, "no está en disposición de despedir a nadie porque tiene buenos resultados".

A nivel sindical ya se vienen abordando esta cuestión desde hace tiempo entre los representantes de ambas entidades, quienes no obstante prefieren no hacer públicos los estudios realizados hasta conocer la decisión definitiva, puesto que no descartan que pueda ocurrir ahora en Extremadura lo mismo que aconteció el pasado mes de noviembre con las cajas de ahorro vascas, que después de meses de especulaciones sus órganos de gobierno frenaron la operación.

A estas alturas del proceso, los órganos de dirección de las cajas son los únicos capaces de parar el proceso, a tenor de las opiniones que sobre este asunto se han venido vertiendo en los últimos tiempos, en los que se han escuchado muchas voces a favor de la unión y casi ninguna, o ninguna, en contra. Por parte de las entidades, el presidente de Caja Extremadura, Jesús Medina, se mostró el mes pasado a favor de avanzar en un proceso del que surja una empresa más eficiente, que sumaría un total de 459 oficinas en el caso de que no se produzca el cierre de ninguna de las que actualmente poseen las dos entidades.

No obstante, Medina ya dejaba claro que serán los órganos de gobierno quienes tienen la decisión definitiva al respecto. El resto de los apoyos que según el presidente de Caja Extremadura serían necesarios para cristalizar la unión, las fuerzas políticas, ya han emitido su parecer, y con la unánime voluntad de avanzar hacia una sola entidad. Tanto el presidente de la Junta como el líder de la oposición han apoyado el proceso. Mañana jueves habrá una nueva oportunidad para conocer sus pareceres en el Pleno de la Asamblea de Extremadura, donde se expondrá el dictamen elaborado en sede parlamentaria sobre el futuro del sistema financiero.

Para el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, la fusión de la cajas supondría un refuerzo a la capacidad de las actuales entidades. "En el actual contexto financiero", dijo hace apenas 20 días, la unión sería positiva para "el reforzamiento de las capacidades financieras y de desarrollo de negocios de las cajas extremeñas" a través de un proceso que incluso ha llegado a calificar de "imprescindible", y que ha tratado de acelerar en varias ocasiones. De hecho, antes de que acabara el año ya puso sobre la mesa la fecha de mañana para analizar el dictamen de la comisión, con la advertencia de que "o nuestras cajas se unen, o a nuestras cajas las unen otros".

El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, dijo hace un mes en Cáceres que apoya la fusión siempre y cuando se realice bajo criterios económicos y dejando a un lado las "injerencias políticas", postura compartida por Fernández Vara, quien tratará de evitar que ocurra en Extremadura "lo que ocurre en otros sitios", en referencia a la polémica suscitada en el proceso de de renovación de los máximos representantes de Caja Madrid.

Además de este punto, el PP apoya una profesionalización de los máximos representantes de la entidad resultante, y que el proceso ofrezca una mejora de los niveles de competitividad de las mismas, un mayor control de los riesgos, un impulso de las políticas comerciales, y la mejora de la interlocución con los mercados de capitales y las autoridades de supervisión.