En torno a 2.000 personas, según fuentes policiales consultadas por EL PERIODICO (más de 2.000 según los convocantes y 1.500 según la Delegación del Gobierno), secundaron ayer en Mérida la protesta convocada por UPA-UCE para exigir a la Junta que asuma su papel en la defensa del cultivo del tomate. La manifestación transcurrió sin incidentes desde la cabecera del puente Lusitania hasta la sede de la Presidencia de la Junta --donde se encontró con un fuerte dispositivo policial con varias decenas de antidisturbios-- para marchar luego hasta la Consejería de Agricultura, donde concluyó.

Los manifestantes, que suponen dos tercios de los cultivadores de tomate que hay en la región, corearon consignas demandando al Ejecutivo extremeño que presione al Ministerio de Agricultura para que negocie en Bruselas una ayuda a un colectivo en "situación crítica" según señalaron, debido a la bajada de precios y la penalización en las subvenciones por superar la producción.

DEFRAUDADOS CON QUINTANA Tras la pancarta que encabezaba la marcha se situaron los dirigentes regionales de la organización agraria y el secretario general de UPA, el extremeño Lorenzo Ramos. Al margen de los manifestantes pertenecientes a UPA también pudieron verse pancartas de Coag --una de ellas portada por el exsecretario regional de esta organización, Luis Cortés-- y de OCE.

El secretario regional de la organización convocante, Ignacio Huertas, tras calificar la protesta como "un rotundo éxito pese al poco tiempo con que se convocó", apuntó: "La Administración tiene que tomar nota de la preocupación de la gente, de problemas reales que no pueden esperar al 2008 y tenemos que conseguir una ayuda transitoria ya este año".

El dirigente agrario manifestó que la Junta "tiene que ponerse a la cabeza e implicar al ministerio y a la UE, porque si no van a desaparecer muchas explotaciones". En cuanto a las acusaciones de la Consejería de Agricultura desde donde se señaló el jueves que UPA ha entrado tarde y mal en el problema, Huertas comentó: "Los tomateros que están aquí son los que dicen si tenemos razón o no en lo que defendemos", y añadió: "Llevamos más de un año luchando, pero después de hartarnos de negociar no hemos visto voluntad política de hacer las cosas".

Por su parte, Ramos explicó que su presencia respondía "a mi convicción personal y al deseo de que se vea que UPA a nivel nacional se solidariza con los afectados por el problema, que se suman a otros sectores como el tabaco, la fruta o el cereal".

Además, el secretario general de UPA manifestó: "Tras las declaraciones de ayer del consejero de Agricultura estamos muy defraudados, porque tenía que ser José Luis Quintana el que tomase la bandera y se pusiese, no al frente de las movilizaciones, que para eso estamos nosotros, pero sí a defender a los agricultores".

En cambio, Ramos indicó que los agricultores "han hecho lo que tenían que hacer, invertir en calidad, invertir en industrias desde las cooperativas y crear actividad y empleo. A cambio, tendrán que tener un sueldo, porque si no abandonarán y arrastrarán a muchos que dependen de su actividad". El dirigente de UPA se preguntó "qué va a ser de las Vegas del Guadiana si desaparece el tomate".