La feria de productos orgánicos más importante del mundo, la alemana Biofach, ha puesto de manifiesto el crecimiento de la demanda a nivel internacional, así como del volumen económico que mueve todo lo relacionado con los alimentos que se obtienen de forma natural, sin plaguicidas ni abonos artificiales. Pero, mientras todo esto ocurre en Europa, en Extremadura --la segunda potencia nacional y una de las más importantes a nivel europeo--, parece que los productores han dejado de lado a la agricultura ecológica después del boom que supuso hace unos años, al contrario de lo que está ocurriendo en España.

Los datos que maneja la Administración regional indican que, en los últimos cuatro años, de los 7.141 productores que se dedicaban a esta práctica, 2.483 la han abandonado. A ello hay que sumar que la superficie dedicada a agricultura ecológica en Extremadura se ha reducido un 45%, pasando de 172.958 hectáreas en el 2001 a las 95.256 hectáreas destinadas en el 2004. Este descenso también se ha notado en las explotaciones ganaderas, que han descendido un 62% en el mismo periodo. Es decir, se han perdido 402 explotaciones de las 648 contabilizadas en el 2001.

A pesar de ello, Extremadura se mantiene como la segunda comunidad autónoma con una mayor superficie destinada a agricultura ecológica, detrás de Andalucía, con 326.672 hectáreas. Tras ellas se sitúan Aragón (76.447 hectáreas), Cataluña (56.368) y Castilla-La Mancha (38.915). Lo mismo ocurre en cuanto al número de productores, ya que la región es la segunda, después de Andalucía. ¿Qué ha ocurrido para que se produzca este descenso tan acusado en la comunidad extremeña?

Los productores aseguran que las cifras actuales son "las reales", ya que sostienen que en un principio muchos se acogieron a la agricultura ecológica al amparo de las subvenciones, se encontraron grandes limitaciones y, además, hasta hace poco en Extremadura no había un tejido industrial con el que poder comercializar el producto, una situación que ya se está empezando a solucionar con la reciente creación de un consorcio que trabaja para vender la producción en diversos países.

LOS GANADEROS De la misma opinión son los técnicos. Para José Luis Reyes, ingeniero técnico agrícola y uno de los mayores expertos en materia de agricultura ecológica en la región, el motivo de la reducción de superficie se debe principalmente a los ganaderos.

Reyes señala que al principio muchos "se apuntaron por las ayudas", que años después no se renovaron, por lo que se dieron de baja tras cumplir los cinco años que exigía la normativa. "Hay que tener en cuenta que un ganadero puede superar las 300 hectáreas, de ahí esa importante reducción", indica.

También destaca este ingeniero que "en los primeros años casi nadie se preocupaba por abrir mercado y las dificultades para vender el producto eran muchas, además de la cantidad de papeleo que se necesitaba, todo ello hizo que mucha gente se diera de baja".

Todos estos factores han sido los culpables de que la región, que era la primera potencia nacional en agricultura ecológica, ahora ocupe el segundo lugar detrás de Andalucía, que en el mismo periodo (2001-2004) pasó de 107.000 hectáreas a 326.000.

No obstante, desde la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente aseguran que, pese a la disminución de la superficie, la producción es similar a la de hace unos años --algo que niegan los productores-- y valoran que Extremadura sea la segunda comunidad con más hectáreas.

El titular de la consejería, José Luis Quintana, incide en que la Administración regional mantiene un importante compromiso con la agricultura ecológica y destaca como ejemplo que en breve se instalará en Plasencia el Centro Nacional de Referencia de Producción Ecológica.

EL FUTURO Quintana precisa que el futuro en este campo pasa por la producción integrada y la comunidad, sostiene, ha sido una de las primeras en crear un comité de producciones integradas, donde se pueden certificar los productos ecológicos. Como ejemplo, indica que toda la fruta extremeña, unas 9.000 hectáreas, es de producción inte-

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