Hacía dos años que en este parque nacional no se permitía la caza de venados porque, según la Junta, se estaba a la espera de un informe científico que especificara qué cantidad de ciervos se pueden abatir para «garantizar la sostenibilidad». La polémica viene porque los machos son los que tienen cornamenta, es decir, el trofeo que hace rentables y atractivas las monterías.