El 20% de las carreteras extremeñas de titularidad estatal presenta un riesgo extremo o alto para el tráfico, según se desprende del estudio EuroRAP, promovido por el Real Automóvil Club de Cataluña. En el análisis se apunta a nueve tramos donde el peligro de sufrir accidentes es muy elevado, y otros 16 donde el riesgo es medio-alto.

El estudio ha examinado 1.212 de los 1.357 kilómetros de carretera nacional que hay en la región, calificándolos en función del riesgo potencial de accidentes, según la intensidad de circulación y el número de siniestros graves en el periodo 2001-2003.

El peor tramo es el que va desde Azuaga a Granja de Torrehermosa, en la N-432, y que tiene algo menos de 11 kilómetros. Pese a que su intensidad media de vehículos por día es bastante baja, con menos de 3.000, el estudio lo sitúa como el vigésimo primero más peligroso de España, muy por encima de tramos en otras regiones que soportan un tráfico 50 veces superior, como son los accesos de las grandes ciudades.

De hecho, de entre los trazados más problemáticos de la región todos menos dos tienen una intensidad circulatoria baja, con menos de 5.000 vehículos por día. Sólo los tramos entre Mérida y Torremegía, con 10.300 coches por día, y Monesterio-cruce con la carretera de Llerena, con casi 7.000, ambos situados en la N-630, rompen esta norma en la relación de trazados peligrosos de la red extremeña.

LA N-432, LA PEOR En el análisis por carreteras se observa que la N-432, que va de Badajoz a Granada acumula en sus 154 kilómetros por tierras extremeñas un total de tres tramos de gran peligro, que suman 67,2 kilómetros. Así, al ya mencionado Azuaga-Granja, habría que añadir el Santa Marta-Zafra, de 30,4 kilómetros (si bien su calificación ha mejorado algo respecto al estudio anterior).

Del mismo modo, se considera altamente peligroso el trazado entre Villagarcía y Azuaga, de 36,5 kilómetros, cuya calificación ha empeorado sensiblemente respecto al estudio que analizó el periodo 1999-2001, ya que entonces este tramo estaba entre los mejores de la región.

Quizá estos factores hayan tenido influencia en la decisión del Ministerio de Fomento de iniciar la conversión de esta carretera en autovía, pese a que su intensidad circulatoria en los tramos más transitados (entre Badajoz y el cruce de Zafra), no alcanza los 5.000 automóviles por día, y en el resto hasta salir de la región apenas supera los 2.000 coches diarios.

En cambio, y respecto al anterior estudio, mejora la situación en la N-435, que parte de La Albuera y sale por Fregenal hacia Huelva. Si hace tres años la práctica totalidad de su trazado era de riesgo alto o muy alto, ahora este problema se reduce a la mitad, y el peligro asoma en 43 kilómetros. En concreto, se centra en los tramos La Albuera-Almendral, Barcarrota-Almendral y Jerez-Fregenal.

MEJORA LA SITUACION En el resto del examen aparecen en la lista de trazados de riesgo dos tramos de la N-630, el Mérida-Torremegía, cuya calificación ha empeorado sensiblemente, y el Monesterio-cruce con la carretera de Llerena, que une a su alta densidad de tráfico la presencia de camiones de gran tonelaje y un trazado sinuoso. Por contra, la N-V no tiene ningún trazado de gran peligro, y sólo se da un riesgo moderado en el trazado Navalmoral-Miajadas.

En todo caso, la situación general ha mejorado bastante respecto al anterior estudio.

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