Las denominadas especies invasoras o alóctonas --las no autóctonas-- suponen ya un grave problema para la conservación del hábitat de los ríos extremeños. Tanto es así que según los últimos datos de la Universidad de Extremadura (Uex) el 40% de las especies que pueblan las aguas fluviales de la región proceden de otras zonas del mundo y ponen en peligro la fauna propia de la comunidad.

Este balance es aún peor que el reflejado en el Perfil Ambiental de España 2005 elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, que cifra en un 30% las especies invasoras presentes en la comunidad autónoma.

José Luis Pérez-Bote, del área de Zoología de la Uex, explica que en estos momentos en los ríos extremeños existen 34 especies de peces, de los que 20 son nativas y 14 introducidas . Este porcentaje de invasión (del 41%) sitúa a la región como la que más problemas tiene en este sentido por encima de comunidades como Madrid (40%), La Rioja (33%), Murcia (33%) y Aragón (32%). En el extremo contrario están las zonas donde los peces son más autóctonos, como Galicia (donde sólo el 7% de las especies son invasoras ), Cantabria (13%) y Asturias (19%).

En el caso concreto de Extremadura, Pérez-Bote señala que los peces alóctonos son la carpa; el carpín; la tenca; el gobio; el lucio; la trucha arco iris; la gambusia; la perca sol; la perca americana; el black-bass; el pez gato; el pez gato moteado; el siluro; y la lucioperca.

DISTINTO IMPACTO Aunque no todas estas especies tienen el mismo impacto sobre la fauna autóctona, el experto de la Uex señala que "la mayoría son depredadores y, por tanto, se alimentan de especies autóctonas como calandinos, bogas o pardillas, lo cual se traduce en una importante reducción de estas especies". A esto suma que otras --como la carpa, el carpín, la tenca o el pez sol-- son lo que en Zoología se denomina ´especies competidoras´ que luchan tanto por el espacio como por el alimento y atacan especialmente a los pequeños peces de las zonas de las orillas.

FONDOS REMOVIDOS Pero esos no son los únicos perjuicios que sufre la fauna fluvial extremeña. Y es que la carpa provoca otras alteraciones del medio físico, "ya que debido a su régimen alimenticio remueven los fondos provocando aumentos de turbidez" que, a su vez, afectan al desarrollo de las plantas y a la viabilidad de los huevos de otras especies.

Además de los peces, Pérez-Bote destaca que hay otras cuatro especies invasoras que amenazan gravemente la fauna y el hábitat de las aguas fluviales de Extremadura. La más conocida es el cangrejo rojo americano, una de las mayores plagas de las cuencas extremeñas. Además de los problemas que origina en las orillas por su labor de zapa y mina, devora los brotes de arroz y ha provocado importantes cambios en la cadena trófica (entre otras cosas porque su proliferación garantiza una gran cantidad de alimento para las cigüeñas).

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