Cuatro de cada diez hogares extremeños no pueden afrontar gastos imprevistos, y en la mitad de los hogares --donde el coste de la vivienda capta gran parte del presupuesto familiar-- sus inquilinos no tienen solvencia para tomar una semana de vacaciones al año. Estos solo son dos de los datos básicos de la económica doméstica de los extremeños y que se reflejan en la Encuesta de Condiciones de Vida 2005 , que el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió ayer. Además, el 37% de la población vive por debajo del nivel de la pobreza relativa (menos de 400 euros al mes), que los extremeños disponen de una renta media anual 5.000 euros inferior a la del resto del país, y a lo largo del pasado año 254.000 hogares recibieron alguna prestación social, 25.000 más que un año antes, lo que convierte a la comunidad en la de mayor porcentaje de familias subsidiadas.

La razón fundamental es la menor renta media de la que disponen los extremeños. Según los datos del INE, la renta media anual por hogar es de 17.630 euros en la región --ha crecido en casi 1.200 euros en un año--, frente a los 22.418 de media en España. Esto también se traduce en la renta media por persona y año, 6.229 euros en Extremadura (600 más que hace un año) y 7.925 euros en España.

Las consecuencias directas de esos niveles de ingresos, los menores del país, repercuten en cuestiones básicas para los ciudadanos, tales como que un 8% de los hogares no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado cada dos días, o que en un 12% no puedan mantener la temperatura adecuada de los mismos, además de los relacionados con las escasas posibilidades de tomarse siete días de descanso al año.

Otro aspecto que ayuda a entender el por qué de esa escasa capacidad para ahorrar y los problemas para afrontar los gastos imprevistos es el menor nivel de ingresos de los extremeños respecto a la media nacional. La encuesta pone de manifiesto que casi siete de cada diez hogares de la región ingresan al año menos de 19.000 euros.

COMPARATIVAS Los datos que aporta la Encuesta de Condiciones de Vida 2005 son absolutos y no incluyen valoraciones que computen el diferente coste de la vida entre unas y otras regiones. En este sentido resulta evidente que no es lo mismo vivir con 1.000 euros al mes en un pueblo extremeño que en las grandes ciudades españolas.

Sin embargo, resulta reseñable que el 34,6% de extremeños --(2,5 puntos menos que en el 2004)-- viven por debajo del nivel de la pobreza, el mayor porcentaje del país y que se sitúa 15 puntos por encima de la media (19,8% en España).

Esta circunstancia explica el elevado porcentaje de hogares que reciben alguna prestación social. El 67,9% del total es perceptor de alguna ayuda, la mayoría, el 61,7% por vejez o supervivencia (casi 157.000 hogares), y un 32% por desempleo (81.000). En total, 254.000 familias están subsidiadas, 25.000 más que un año antes. De igual manera han aumentado en ese periodo las prestaciones por desempleo, 20.000 más en un año.

EQUIPAMIENTO Y SALUD Sin embargo, estos datos no repercuten en los bienes de equipamiento de los hogares. Así, casi la totalidad disponen de teléfono, televisión en color y lavadora, en un 74,6% hay coche, pero sólo el 39% cuentan con ordenador.

Por otro lado, el estudio refleja que casi siete de cada diez extremeños considera bueno o muy bueno su estado de salud, un 18,7% lo ven como aceptable, mientras que un 14% creen que su salud es mala o muy mala.

Toda esta radiografía socioeconómica evidencia que la renta de los extremeños, pese al crecimiento del último año, es la más baja del país. En el lado contrario, son los que menos se gastan en vivienda, 152 euros al mes, 60 menos que la media nacional.