80.000 agricultores y ganaderos de la región beneficiados y 10.000 millones de euros recibidos desde 1986. Son cifras generales que deja la Política Agrícola Común (PAC) en Extremadura. En el caso de la agricultura, ha servido para modernizar las infraestructuras agrarias y para industrializar al sector, proliferando las industrias de transformación de tomates, bodegas y almazaras, fábricas de embutidos, secaderos, mataderos, cebaderos de ganado, industrias arroceras, secaderos de cereales, fábricas de piensos, centrales hortofrutícolas, salas de despieces, queserías, y centros de tipificación. Mientras, en la ganadería la cabaña de vacuno y ovino se ha duplicado, la de ovino es la mayor del país, y el porcino se ha colocado como principal activo económico del sector.

De cara al próximo año, según el presupuesto de la Junta, la PAC supondrá 541 millones para Extremadura, cifra similar a la de este año, de los que 390 de ellos son para el régimen de pago único y casi 69 millones para ayudas a productores de vacuno, y más de 19 para el ovino y caprino.

El reparto del pastel

Son ayudas fundamentales para el desarrollo del campo extremeño y de las zonas rurales de la región. Sin embargo, hay otros agricultores que también sacan tajada del reparto del pastel. Y es que entre el 2004 y el 2006, al menos 75 empresas cuyo domicilio social no estaba entonces en Extremadura figuraban entre los principales perceptores de las ayudas, y se repartieron unos 40 millones de euros. Además, entre esos beneficiarios aparecían también familias de grandes empresarios que no residen en tierras extremeñas.

En la nómina de sociedades agraciadas con cientos de miles de euros de ayudas destinadas a la comunidad autónoma extremeña figuraban algunas cuyo objeto social principal es la agricultura, la ganadería o la agroindustria, pero también constructoras, inmobiliarias, empresas de seguridad, firmas de informática, asesorías o sociedades de inversión.

La mayoría de ellas, según los datos publicados en su día por este periódico, estaban radicadas en las zonas más exclusivas de Madrid, aunque también las había distribuidas por Toledo, Sevilla, Huelva, Salamanca, Córdoba, Avila, incluso una en Mallorca y una en Zaragoza. Algunas de estas empresas obtuvieron en Extremadura más de 1,5 millones de euros entre el 2004 y el 2006 por las ayudas de la PAC.