Cuando la reforma penal entre en vigor, el conductor dispondrá de una guía muy clara, aunque prolija, de las sanciones que pueden corresponderle en función de su comportamiento al volante. Pongamos por ejemplo el exceso de velocidad en una calle de Cáceres como la Avenida de Hernán Cortés, limitada a 50 km/h. Si un radar pilla a un vehículo a 65 km/h, a su conductor le caerá una multa de entre 91 y 300 euros. Pero si supera los 90 km/h, el conductor será llevado ante el juez, que le impondrá la pena que finalmente prevea el nuevo Código Penal.