"Cuando con 50 años de repente te quedas sin trabajo y ves que empiezan a pasar los meses, a la angustia del paro se añade la desesperación de saber que tú, por tener esta edad, lo vas a tener más difícil. Sí, entiendo que hay que darles oportunidades a los jóvenes, ¿pero alguien puede decirme qué plan de vida puedo hacerme en mi situación? He tenido mil oficios: he sido comerciante, he trabajado en un almacén, en la limpieza urbana, fui celador de hospital- Y de pronto, en octubre del 2008, se acabó mi último contrato y esta vez no fue como antes.

No ha habido una nueva oportunidad. Estuve cobrando el paro, hasta que se me acabó, y en otoño empecé a recibir los 420 euros de la prestación del Gobierno. Con ese dinero he de sobrevivir y colaborar en la manutención de mis padres, que están ingresados con alzhéimer en una residencia. Gracias que tengo una hermana que me ayuda. Cuando la situación es así de desesperada, la familia es el único recurso que queda.

Intenté poner una panadería, montármelo como autónomo, pero ningún banco quiso prestarme el dinero. Ahora busco trabajo de lo que sea: de jardinero, de barrendero, de vigilante- Pero sé que la cosa está muy complicada. En mi barrio, al sur de Madrid, casi todo el mundo anda igual. Lo que llevo muy mal es oír a los políticos hablando del paro en la tele. ¿Qué sabrán ellos del paro? ¿Qué sabrán ellos lo que es vivir con 420 euros y sin perspectivas de nada? Lo último ha sido lo de retrasar la edad de la jubilación. ¿Ahora quieren que trabajemos hasta los 67 años? Qué risa, me faltan 17. ¿Alguien puede garantizarme que yo voy a poder volver a trabajar de aquí a ese día?".