¿Subir los límites de velocidad o bajarlos? ¿O las dos cosas? El Gobierno y la Dirección General de Tráfico están estudiando la posibilidad de cambiar las limitaciones en las carreteras españolas. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ya ha adelantado la decisión de su departamento de reducir a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en todas la red secundaria de carreteras; y, a la vez, ha dejado la puerta abierta a incrementarla en las autovías y autopistas, de forma general o en función de determinadas circunstancias como la climatología, la intensidad del tráfico o el estado de la vía --esto es lo que se conoce como velocidad viable--.

El debate se ha instalado en la calle. Según una encuesta realizada por la plataforma de conductores AutoScout24, el 73% de los conductores españoles se muestra a favor de un eventual aumento del límite de velocidad máximo en autopistas y autovías hasta 130 km/h. Asimismo, tres de cada cuatro encuestado se muestran a favor de esta medida, aún cuando el límite podría variar en función de la meteorología, mientras que el resto se opone porque considera que afectaría de forma negativa a la seguridad vial. El estudio también ha preguntado sobre la disminución del límite máximo en carreteras convencionales a 90 kilómetros por hora. En este caso, el 64% cree que esta iniciativa tiene como objetivo "aumentar la recaudación" en la actual situación de crisis y solo el 10% se muestra convencido de que esta modificación rebajaría la siniestralidad.

Por su parte, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), considera que la pretensión anunciada de limitar la velocidad a 90 km/h en toda la red secundaria "es poco meditada" y "constituye un fuego de artificio para desviar la atención sobre el lamentable estado de nuestras carreteras". Además explica que "la velocidad real media a la que han venido circulando los conductores españoles en este tipo de carreteras de doble sentido ha ido descendiendo durante los últimos años". Según el último dato publicado por el Ministerio de Fomento, la velocidad media en este tipo de carreteras era de 80,2 km/h en el 2008, muy por debajo de los 90,4 km/h del año 1999.

Desde el Real Automóvil Club de España (RACE) destacan más la propuesta del ministro del Interior de instalar paneles de velocidad variable en todas las autopistas y autovías españolas. Según su portavoz, Tomás Santa Cecilia, esta medida va en "la línea que se debe seguir para reducir la siniestralidad en las carreteras y dotarlas de más seguridad. Así se contribuye a mejorar la movilidad, reducir las víctimas y a favorecer el medio ambiente".

Más reticentes respecto a esta iniciativa son los colectivos de víctimas. La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA) y la Asociación para la Prevención de Accidentes de Tráfico consideran que puede ser positiva pero solicitan que el límite de velocidad "no supere nunca los 120 km/h". Por otro lado, la presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, advierte que no termina de ver claro la existencia de paneles de velocidad variable porque "cree que podría confundir a los conductores". "Si el conductor suele ir pendiente de las señales verticales, esta medida podría generar más complicaciones que efectos positivos", advierte.