El semiólogo e historiador francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov vivió ayer uno de los días más importante de su vida. Mientras recogía en Yuste y de manos del Rey Juan Carlos I la medalla que le convierte en nuevo miembro de la Academia Europea de Yuste, el jurado del Premio Príncipe de Asturias hacía público en Oviedo su decisión de concederle este galardón por su aportación al campo de las Ciencias Sociales.

El jurado se ha decantado por su persona al valorar su papel como "espíritu" de la unidad de la Europa del Este y del Oeste, así como por su compromiso con los ideales de libertad, igualdad, integración y justicia.

Nacido en Sofía en 1939, Todorov es hoy director del Centro de Investigación de las Artes y del Lenguaje de París. Ha escrito más de una veintena de obras literarias y filosóficas, algunas de ellas traducidas en más de 25 idiomas. Desde el año 1963 tiene la nacionalidad francesa y desde entonces reside y trabaja como profesor universitario en el país galo.

Ayer, tras convertirse en nuevo académico de Yuste, declinó realizar valoraciones sobre la concesión del Premio Príncipe de Asturias a las Ciencias Sociales. No quería quitarle protagonismo a la francesa Simone Veil, que recogía el galardón Carlos V. Sin embargo, en una declaración remitida a la Fundación Príncipe de Asturias, se mostró emocionado "muy directa y muy fuertemente" al tratarse de alguien que "ama Europa". "Me siento muy honrado y encuentro maravillosa la coincidencia de recibir la noticia de este premio, precisamente cuando estoy en España", señaló el semiólogo e historiador.

PLURALIDAD Y UNIDAD Pero Todorov además fue ayer el encargado de leer el discurso de investidura en representación de los nueve nuevos académicos de Yuste que tomaron ayer posesión de esta designación. Así, en nombre del expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Sillón Manuel); el expresidente finlandés Martti Ahtisaari (Sillón Nicolaus Copernicus); el exdirector general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza (Sillón Leonardo Da Vinci); el expresidente checo Vaclav Havel (Sillón Franz Kafka); la académica española María del Carmen Iglesias Cano (Sillón Montesquieu); la presidenta de la Academia Portuguesa de Historia, Manuela Mendonza (Sillón Juana de Arco); la reportera gráfica Inge Schoenthal Feltrinelli (Sillón Clara Zetkin) y la ex ministra de Justicia de Rumanía Mónica Luisa Macovei (Sillón Eugene Ionesco), manifestó que el respeto a la pluralidad de los pueblos es uno de los fundamentos de la Unión Europea.

"La unidad reside en la manera de administrar las diferentes identidades regionales, nacionales, religiosas o culturales que la constituyen, dándoles un nuevo estatuto y aprovechando esa misma pluralidad. Esa identidad consiste no en una lista de nombres propios o en un repertorio de ideas generales, sino en la adopción de una misma actitud ante la diversidad", señaló en su discurso en Yuste.