Si el presidente extremeño y el andaluz comerán hoy juntos para hablar de financiación, según anunció Vara, ayer ya se les adelantaron los de Galicia y Castilla y León. Estos, además, no se conformaron con compartir menú, sino que firmaron un acuerdo para defender una postura conjunta en la financiación. Esta incluye los criterios de suficiencia, igualdad y corresponsabilidad fiscal. Además, ambas comunidades reclaman incluir los costes reales de la ley de dependencia y advierten que no cederán ante ningún ultimátum.

Sin embargo, las comunidades no cesan de lanzar exigencias y ayer también se pronunció en ese sentido el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Rafael Velasco, que fijó como criterio básico e innegociable del nuevo modelo la población. El Gobierno socialista de esta comunidad recibió además presiones del PP parecidas a las que se están registrando en Extremadura: la petición de qué cifra pide Andalucía y las críticas hacia el "servilismo" de la Junta andaluza.

Pero donde ese tipo de declaraciones alcanzan el grado máximo es en Cataluña, donde una vez más todos los partidos con mayor presencia en el Parlament lanzaron ayer nuevas advertencias y reprobaciones. Así, mientras el presidente intenta lanzar un mensaje de tranquilidad con su confianza en sellar un "buen acuerdo", su socio de gobierno ERC no se conforma y fija su "mínimo" para la financiación en 3.800 millones de euros.

Ante este panorama, CIU afirma que ya no se cree ningún plazo e ICV (también en el Gobierno catalán) pide el cierre de la negociación del nuevo modelo si no hay acuerdo antes de agosto entre el Ejecutivo central y la Generalitat. Finalmente, el PP catalán también se pronuncia para avisar que no aceptará "cajas B" con partidas extraordinarias.

Por su parte, el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, aseguró, tras reunirse ayer con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que no ha conocido las cifras de la nueva financiación autonómica que planea el Ejecutivo, pero que tiene "la impresión" de que su comunidad "sale perdiendo", por lo que a día de hoy "no firmaría" la reforma del sistema.

En una línea parecida, el presidente de Asturias, Vicente Alvarez Areces, afirmó que es necesario esperar a que se produzcan "nuevas ofertas" en financiación ya que, a su juicio, las que en estos momentos hay encima de la mesa "no son suficientes" para las aspiraciones de esta región.

Todas estas posturas demuestran la complejidad del debate, que se acentúa en la que debe ser su etapa final. Aparte del poco caso que se ha hecho a llamada a la prudencia sobre este tema de Vara.