Hasta 80 millones de euros diarios es la cantidad mínima que barajan las aerolíneas que dejarán de ingresar a consecuencia del paro de los controladores. A ello habría que sumar el impacto de medidas extraordinarias como el alojamiento de pasajeros o la devolución de los billetes. El sector se plantea exigir responsabilidades para recuperar unos costes que entienden que no les correspondían, según portavoces del sector.