Durante la jornada de ayer resultaba especialmente difícil transitar por la arteria comercial de Mérida, la calle Santa Eulalia. La estampa era similar a la de otras ciudades; las tiendas repletas e interminables colas para efectuar el pago, llegando incluso a desanimar a los más indecisos. Igualmente, muchos viandantes comentaban que preferían esperar unas semanas a que los descuentos fueran mayores. Según Gloria y Marta, dos funcionarias, "las tiendas están algo más vacías que el año pasado y mucha gente entra nada más que a ver". Para ellas, el gasto medio de 100 euros por persona se queda corto y ya habían invertido la citada cantidad en esta primera jornada de rebajas. Por el contrario, Isabel, ama de casa, cree que el dato es excesivo dada la situación de crisis, aunque reconoce que este variará en función del poder adquisitivo de la persona.

Entre los comerciantes de la zona se dejaba entrever una alegría contenida después de la caída de las ventas registrada en la campaña navideña. "Las rebajas han empezado flojitas", asegura Sara Gabardino, dependienta de una cadena de ropa interior. En su establecimiento, los descuentos oscilan entre el 20 y el 70% y destaca que se han registrado muchas devoluciones. Por su parte, Jessica Barrio, empleada desde hace tres años en una conocida tienda de ropa, afirma que "ha habido menor afluencia que otros primeros días de rebajas", pero espera un mayor número de clientes de cara al fin de semana.