La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente intensificará los controles veterinarios en las 800 explotaciones de cría avícola intensiva que existen en Extremadura para impedir la aparición de casos de gripe aviaria. Así se lo trasladó ayer el consejero del ramo, José Luis Quintana, en una reunión mantenida con el sector. Según explicó Joaquín Perera, responsable de la sectorial avícola de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Extremadura, se va a incrementar la frecuencia de visitas de veterinarios a las explotaciones y se va reforzar la vigilancia de las aves migratorias mediante capturas y análisis de éstas. La organización agraria cifra en un 10% el descenso del consumo de pollo.

Ante la alerta generada por la posible llegada de la gripe aviaria, Agricultura ha intensificado en los últimos meses los muestreos que se llevan a cabo en las explotaciones. Se han inspeccionado ya 19 granjas.

MENSAJE DE TRANQUILIDAD El consejero, José Luis Quintana, reclamó ayer a las organizaciones profesionales agrarias un compromiso para enviar un mensaje de tranquilidad a los consumidores y productores respecto a la aparición del primer caso de gripe aviaria en la Unión Europea. Según el dirigente de UPA, los productores están "intranquilos" y se está creando "una alarma infundada". "Están saliendo todo el día imágenes en televisión que nada tienen que ver con la realidad", asegura Perera. En su opinión, los protocolos de funcionamiento que rigen en este tipo de explotaciones intensivas son rigurosos para garantizar el todo momento la sanidad animal y la seguridad alimentaria.

La mayoría de estas 800 explotaciones están vinculadas a empresas integradoras, es decir, que son éstas las que proveen a las granjas de los pollos pequeños para su engorde, medicamentos y servicios veterinarios.

En Extremadura hay granjas de entre 25.000 y 100.000 pollos, que tardan entre 35 y 40 días en alcanzar el peso para sacrificio. Transcurrido este ciclo, según explica Perera, la camada se lleva al matadero y la nave es desinfectada, limpiada e incluso pintada de nuevo antes de que venga la siguiente remesa. Entre camada y camada suele transcurrir un plazo no inferior a 25 días. Según UPA, las granjas son cerradas y no es posible la entrada de aves del exterior, con lo que se impide el contagio.

Perera ve, además, "muy difícil" que un ave migratoria infectada pueda propagar la gripe aviaria, ya que una vez que el animal se contagia muere a las 24 o 48 horas, con lo que es complicado que pueda emprender un viaje de miles de kilómetros.

CONTROL EN FRONTERA No obstante, UPA sí ve un peligro potencial a la entrada de la enfermedad en España si no existen los suficientes controles en aeropuertos ante la importación de aves exóticas.

Pese a todo, recuerdan desde la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente el riesgo de contagio a través de las aves de granja es mínimo, puesto que se crían en cautividad y para infectarse deberían entrar en contacto con aves migratorias que estuviesen infectadas.