En los últimos 20 años los hogares se han llenado de aparatos eléctricos, a la vez que el precio de la electricidad no ha parado de subir. El resultado es un consumo energético muy elevado, facturas de luz cada vez mayores y, además, un aumento de la emisiones de CO2 a la atmósfera (como resultado de la puesta en marcha de nuevas plantas de producción eléctrica para atender toda la demanda). En este sentido, las organizaciones de consumidores recuerdan que mediante pequeñas inversiones en el hogar y cambiando algunos hábitos de vida "conseguiremos un importante ahorro en nuestro bolsillo y un consumo más sostenible sin reducir nuestro bienestar".

Según la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), hay una serie de mejoras en el hogar que permiten reducir la factura eléctrica. Entre ellas, recomienda aislar puertas y ventanas con burletes. "De esta forma conseguiremos mantener la temperatura más tiempo, sin fugas de calor o frío", explican. Además, aconsejan sustituir los electrodomésticos antiguos por modelos etiquetados con eficiencia energética A o superior, y comprar bombillas de bajo consumo: "aunque sean más caras, se amortizan en poco tiempo".

Desde UCE también aseguran que se puede reducir la demanda eléctrica con sencillos cambios en nuestros hábitos de vida. Así, de cara al verano, recomiendan tener los toldos y persianas bajados, correr las cortinas y ventilar la casa en las horas en las que el sol está bajo (primeras y últimas horas del día). "Para aclimatar la vivienda, hay que procurar no bajar la temperatura del aire acondicionado por debajo de los 25 grados. Cada grado que bajemos, estaremos consumiendo aproximadamente un 8% más de energía", explican.

Asimismo aconsejan apagar los electrodomésticos totalmente, no dejarlos en el apagado standby : "Si usted dispone de más de 6 electrodomésticos en standby y no los apaga, es igual que tener encendida una bombilla de 60 vatios durante todo el día". Asimismo, recuerdan que lavadoras y lavavajillas deben utilizarse cuando estén llenos, que los frigoríficos deben situarse lejos de fuentes de calor y que es recomendable apagar el horno y la vitrocerámica unos minutos antes de terminar "para aprovechar el calor residual".