Adoptar una actitud responsable frente a los gastos habituales del hogar puede ser una buena forma de afrontar el encarecimiento de la vida que sufren las familias a través de la subida de las hipotecas, de la factura de la luz, el precio de las gasolinas o el gas, y en consecuencia también el de los productos con los que llenan la cesta de la compra en el supermercado. La Unión de Consumidores de Extremadura (UCEx) asegura que se puede ahorrar en tiempos de crisis, y que asumir una serie de recomendaciones sobre el gasto, especialmente en la alimentación y la energía, y renunciar a determinados productos y servicios pensados para facilitar la vida pero que no llegan a ser necesarios, pueden contribuir a ahorrar hasta 2.000 euros al año a una familia media. Y ello sin entrar en cuestiones como el presupuesto que se destina al ocio.

El ahorro más importante al que aspira una familia procede de la cesta de la compra. Las organizaciones de consumidores ya han advertido en ocasiones anteriores acerca de las diferencias de precios que sobre un mismo producto ofrecen las distintas marcas de supermercados. Según sus cálculos, seleccionar bien los productos que se adquieren en unos y otros permite ahorrar hasta 1.000 euros al año.

Pero además esta factura puede reducirse aún más si se tienen en cuenta pequeños consejos, como decantarse por las llamadas marcas blancas , que son aquellas que comercializan las grandes superficies con un precio más reducido, de hasta un 40% menos, sin necesidad de que se produzca una importante merma en la calidad. Otro consejo es asignar un presupuesto cerrado a la compra y acudir al supermercado con una lista de los productos que se necesitan, para evitar tentaciones de última hora. Es importante ir a la compra sin hambre, y si hay opción a ello, hacerlo sin la compañía de niños, que según estudios realizados por los colectivos de consumidores influyen en las decisiones de compra de sus padres.

En cuanto al ahorro energético, los electrodomésticos poco eficientes derrochan energía que se traduce al final de mes en una factura más elevada. Por ello, se recomienda comprar aparatos eficientes a pesar de que son más caros, ya que el ahorro de agua y electricidad, unido a la ayuda de 85 euros del Plan Renove de electrodomésticos, permiten amortizar la diferencia de precio en tan solo dos años, y un considerable ahorro anual hasta el final de su vida útil.

Ahora que llega el frío, los sistemas de calefacción acaparan buena parte del gasto energético en el hogar. Por ello, con una correcta instalación y con puertas y ventanas que contribuyan al aislamiento de la casa, se pueden ahorrar hasta 110 euros en gas natural si se baja el termostato hasta los 20 grados, ya que se calcula que un grado de diferencia puede suponer un incremento de hasta el 10% de la factura.

Otros simples gestos como desenchufar los electrodomésticos que no se están utilizando, o apagar completamente el televisor y no con el mando a distancia (no dejar encendido el piloto rojo), puede llegar a reducir otro 10% la factura a final de mes.

El consumo de carburante para el coche supone un importante gasto para las familias que dependen de este medio de transporte. Por este motivo, la unión extremeña de consumidores hace una serie de recomendaciones, no solo para ahorrar en el gasto, sino también para evitar la emisión de gases contaminantes. Circular de forma suave, sin acelerones y frenazos bruscos contribuye a reducir el consumo de combustible hasta un 40%, además de alargar la vida útil de los neumáticos. El último consejo se dirige al banco, y en concreto a la cancelación de las tarjetas de crédito que no se utilicen, así como negociar la eliminación de comisiones, que pueden alcanzar los 100 euros al año.