Los alcaldes de las comarcas de Villuerca e Ibores aceptaron ayer el balance oficial de pérdidas realizado por la Junta de Extremadura tras conocer de primera mano los informes que maneja la Administración. Así, el consejero de Desarrollo Rural, Javier López Iniesta, explicó que la diferencia que existía hasta ahora entre los datos de los alcaldes y los de la Junta --los primeros duplicaban el volumen de hectáreas arrasadas-- se debe a que los ayuntamientos habían hecho sus cálculos en base al catastro, "y eso falla".

De esta forma, en un encuentro con los alcaldes de las localidades afectadas y con el presidente de la mancomunidad, el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, les presentó el balance que, según López Iniesta, ya es definitivo. Según estos datos, el incendio de Castañar de Ibor y Navalvillar de Ibor arrasó 2.306,09 hectáreas, por las 9.911 del fuego de Guadalupe, Cañamero, Alía, Valdecaballeros y Robledollano.

A la hora de hacer un balance de los daños medioambientales causados por las llamas, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana, detalló que las mayores pérdidas corresponden a encinas y alcornoques (4.713 hectáreas), pinares (casi 3.000), eucaliptos (558) y castaños (548). Asimismo, el fuego destruyó un corredor ecológico de chopos.

MEDIDAS URGENTES Entre las primeras medidas a tomar, Quintana señaló que lo más urgente es retirar la madera quemada y actuar para prevenir la erosión. Posteriormente, habrá que ver cómo se recupera la zona para decidir qué actuaciones hay que llevar a cabo, por lo que aún es complicado poner plazos a la rehabilitación de la comarca. Además, ayer mismo el presidente de la Junta remitió una carta a la Presidencia del Gobierno en la que solicita que las medidas y ayudas previstas para Guadalajara en un Real Decreto Ley sean aplicables también en Extremadura.

A medio plazo, Ibarra comunicó a los alcaldes que está previsto que el año que viene se apruebe un plan de dinamización turística para la comarca dotado con 2,4 millones de euros, aunque Iniesta aclaró que esto no se debe únicamente a los daños causados por el fuego, puesto que "ya era necesario".

En nombre de todos los alcaldes intervino el presidente de la mancomunidad, Fernando Pedrero, que declaró salir "muy satisfecho de la reunión". Entre otras cosas, añadió, porque las medidas de la Junta permitirán paliar la destrucción de empleo causada por los incendios. Pedrero aprovechó para lanzar un mensaje de tranquilidad dirigido especialmente al turismo, porque "el corazón de las Villuercas sigue vivo, estando como antes, habiéndose visto afectada sólo una zona, pero la comarca no se ha quemado".

Por otra parte, la mancomunidad elaboró un comunicado agradeciendo la labor de todas las administraciones, así como el "ejemplar comportamiento cívico" de todos los vecinos, especialmente los de Navalvillar. Por último, apelan "a la conciencia" de la Junta y la Diputación de Cáceres para que dispongan "cuantas ayudas sean posibles por ley para hacer frente a la grave crisis económica y social que se nos avecina".