La fortuna sonrió a las Vegas del Guadiana. Desde Málaga y Madrid llegaron los décimos premisdos que ha dejado casi 3 millones de euros entre Santa Amalia, Don Benito y Villanueva. Entre los afortunados, los trabajadores de la empresa de servicios fúnebres Tanesa, ubicada en Don Benito y Villanueva de la Serena, que tenían el número premiado en El doblón de oro de Madrid . La melancolía, tristeza y la tranquilidad habituales en unas instalaciones semejantes desaparecieron ayer para dar paso a sentimientos desconocidos entres sus paredes: la alegría, el alborozo, las risas y el champán .

Jugaban 10 décimos del número 37368, nueve para los trabajadores y otro la encargada de la limpieza, que lo tenía repartido entre sus tres hermanos. Ayer ambos tanatorios eran una fiesta donde celebraban la suerte que había llegado de manos del jefe al que le habían encargado comprar 10 décimos de lotería en Madrid, aunque no ha trascendido cuántos décimos compró en total, pero sí que ha habido otros premiados, además de los empleados del tanatorio.

Un día inolvidable para todos, y sobre todo para el único empleado que no quiso adquirir el décimo. "Acabo de hablar con su mujer. Dice que la suerte no estaba para ellos, pero a nosotros nos da mucha pena", explicó Manuel García, uno de los afortunados. A él la noticia le había sorprendido en el campo donde recogía cardillos porque era su día libre. "Me llamó un compañero para decírmelo pero no me lo creía. Me monté en el coche y puse la radio y lo escuché. Es una emoción inmensa" .

Manuel González se enteró por la llamada de teléfono de otro compañero. "Estaba echando una partida en el bar y me llamó mi compañero para decírmelo. Fue muy frío y pensé que era una broma, pero escuché de fondo a otra compañera insistir, me levanté corriendo y me vine al tanatorio".

Justo García escuchaba la radio con su hija cuando salió el número. "Yo le dije: papá no nos ha tocado por poco, porque me sonaba mucho el número. Pero pusimos la televisión y lo vimos. Rápidamente nos pusimos a gritar, a dar saltos y a llorar", explicó su hija.

Muy repartido estuvo el quinto premio que cayó en Santa Amalia y que llegó de Málaga. Los 300 décimos del número 13044 dejaron en la localidad pacense 1.500.000 euros distribuidos entre los socios de la cooperativa Río Búrdalo, sus familiares, amigos y conocidos. Fue el presidente de dicha cooperativa, Domingo Fernández, quien compró el número durante un viaje que realizaron los cooperativistas. "Todos los años nos traemos lotería del viaje que hacemos. Este año estuvimos en Marbella y en Málaga, y es donde decidimos comprarlo", explicó . Se enteró estando en una reunión en Miajadas, cuando un empleado le llamó por teléfono. "Al principio no lo creí, pero luego lo miré en internet y vi que era cierto. Estoy muy satisfecho de haberlo traído porque está muy repartido por todo el pueblo y al que menos le ha tocado han sido 5.000 euros".

En la cooperativa, han sido cinco los trabajadores afortunados. Uno es el gerente, Aurelio Benítez-Cano, su hijo José Manuel y sus compañeros Justa, y Pedro. Pero como ocurre a veces, la cara más amarga la puso uno de los empleados que no quiso comprar ningún décimo.