"Era un chico alegre, extraordinario. Esto es una pena". Amigos y familiares lloraban ayer desconsolados a las puertas del tanatorio San Pedro de Alcántara, hasta donde se acercaron numerosos cacereños que quisieron acompañar a la familia Clemente Ríos en un trágico Día de Reyes para la capital cacereña.

A las puertas de la sala 4 se agolpaban, abatidos, numerosos allegados que acudieron a despedir a Alejandro Clemente y a su padre, Genaro Clemente Zarain. "A Alex le llamábamos Presi , porque siempre iba como un pincel. Jamás lo veías sin afeitar. Siempre llevaba sus zapatos impecables, sus pantalones vaqueros o de pinzas, su camisa...", decía ayer conmocionado uno de sus amigos. Y añadía: "Nunca se metía en peleas, no le gustaban, era muy alegre, estudiaba Derecho. Iba muy bien en los estudios". Una amiga apuntaba entre lágrimas: "Siempre llamaba a la familia cuando aprobaba alguna asignatura".

Otro de sus amigos relataba ayer que lo conocía desde hacía cinco años. "Yo soy de Mérida y me vine a estudiar Informática a Cáceres. Conocí a Alejandro a través de un vecino y siempre lo recordaré como una persona muy buena. Era callado y muy alegre, muy buen chico".

Su amigo, desconcertado por el desenlace de la sinrazón, subrayaba: "Tenía coche, se venía muchas veces con nosotros a montar a caballo porque le gustaba mucho. No tenía novia".

Ayer, en el tanatorio, destacaban el carácter bondadoso de la familia. Genaro Clemente Zarain tenía un taller de reparación de maquinaria agrícola en la carretera de Salamanca y, al parecer, estaba prejubilado. Tenía problemas de corazón y ayer no pudo asimilar la trágica noticia.

La familia

Algunos amigos de la familia recordaron que el empresario, muy conocido en Cáceres, empezó trabajando en un taller que montó en la avenida de Portugal. Luego se trasladó a una nave en Aldea Moret, situada frente a Hierros Díaz, hasta el emplazamiento actual, situado frente a la empresa de Marcos Mariño.

Estaba casado con María Dolores Ríos y era padre de otros dos hijos, Beatriz, que estudia Medicina e Isaac, "que estudió Empresariales y trabajaba en una entidad financiera en un pueblo. Estaba aquí pasando unos días de vacaciones y se ha encontrado con la noticia", explicaba un amigo del fallecido.

Desde primeras horas de la mañana de ayer, dos esquelas aparecían colocadas en el domicilio de la familia Clemente, situado en la calle Hernando de Soto, número 5B, en la zona de Colón. El vecindario no podía dar crédito a la noticia. "Es un familia muy buena", explicó una de las vecinas.

A medianoche de ayer, en una reunión urgente los empresarios de los bares de copas de La Madrila, zona donde sucedieron los hechos, decidieron cerrar sus puertas en señal de duelo. Además, para hoy, a las diez de la noche, han convocado un paro silencioso en el que se encenderán velas en recuerdo del joven fallecido. El funeral de Alejandro y de su padre se oficiará esta mañana, a partir de las once, en la capilla del tanatorio San Pedro de Alcántara.