La gasolinera cacereña de Mirat es una de las pocas de la región que a lo largo de los últimos años han acometido medidas para mejorar sus infraestructuras. El encargado de la estación de servicio recuerda que a raíz de un accidente sufrido hace ya once años --una explosión en uno de los surtidores--, tuvieron que cerrar durante unos años para reforzar la seguridad en los tanques de carburantes y en toda la gasolinera.

Una de estas acciones consistió en un recubrimiento doble de los tanques que acumulan el combustible. Esta medida, no sólo refuerza la seguridad en la estación, sino que contribuye a evitar las filtraciones del combustible en el suelo, principal causante de la contaminación en las estaciones de servicio.

El Real Decreto obliga a todas las estaciones a presentar el informe preliminar sobre la existencia de agentes nocivos en el suelo, como consecuencia de la actividad que desarrollan, pero desde Mirat se muestran optimistas. Creen que a pesar de estar en un nucleo urbano, confían en las medidas preventivas adoptadas.