La Ley de Igualdad recoge en su artículo 15 que uno de los criterios generales de actuación de los Poderes Públicos debe ser: "La adopción de las medidas necesarias para la erradicación de la violencia de género, la violencia familiar y todas las formas de acoso sexual y acoso por razón de sexo".

Charo Rabazo y Lola Vital son dos de las caras visibles de Malvaluna, una asociación de mujeres maltratadas que lucha en la región por la erradicación de la violencia de género. Según explican, uno de los problemas básicos de la normativa sobre igualdad es que "algunas medidas tienen que tener carácter obligatorio y no ser solamente recomendaciones, por ejemplo, la participación de las mujeres en la toma de decisiones a nivel económico o que la paridad afecte a ámbitos como la cultura o la ciencia", por ejemplo en las academias, los consejos consultivos y las universidades. Pero además, se muestran convencidas de que la igualdad hombre-mujer no debería estar considerado "solo como un principio general del derecho, si no como una norma dispositiva".

A pesar de ello, creen muy importantes iniciativas como la paridad electoral o el permiso y las prestaciones por paternidad.

Desde Malvaluna recuerdan que, paralela a la Ley de Igualdad, pero en la línea que esta normativa señala, también ha entrado en vigor la ley contra la violencia de género. "Es un paso importante en la atención a las víctimas y en la prevención. Es un instrumento adecuado, aunque la aplicación falla en más de una ocasión. Pero con ella se ha llevado la violencia de género al debate público y es la primera vez que se pone la atención en las víctimas ofreciendo un catálogo de derechos laborales, económicos y sociales antes inexistentes", explican Charo y Lola.