El presidente de Telefónica, César Alierta, se aferra al cargo. Ante la posibilidad de que el cambio de Gobierno aconseje a los accionistas de las compañías privatizadas por el PP a realizar cambios en las direcciones, Alierta reiteró ayer, por segunda vez en las últimas dos semanas, que está "contento" de presidir Telefónica y añadió que colaborará de forma practica con el nuevo Ejecutivo socialista.

Alierta mostró cierta tensión ante las preguntas sobre su continuidad en la presentación en Sao Paulo (Brasil) del plan estratégico de la operadora telefónica en Latinoamérica. Desde el domingo se han alzado voces, entre analistas financieros y directivos empresariales, que alertan de que los accionistas principales pueden exigir presidentes no afines al PP.