Los toldos han sido el punto negro del centro comercial abierto de Almendralejo. A la semana de instalarse los primeros en la calle Real, el viento tiró con fuerza de uno de ellos y se desmoronó la cornisa donde estaba enganchado. El incidente, hace ya un año, se saldó con varios heridos leves. El susto y el temor a que vuelva a ocurrir, provocaron la paralización del proyecto. Los que se iban a instalar quedaron guardados y los que ya estaban colocados, se retiraron.

Ha sido la única parte del centro comercial abierto que no se ha llevado a cabo. El resto está en funcionamiento: las banderolas, los paneles informativos, las pantallas digitales, el microurbanismo...

El centro comercial lleva funcionando desde noviembre del año pasado. En ese momento había 80 establecimientos adheridos y ahora, unos 120. La Asociación de Comerciantes del Centro (Asemce) estudia varios proyectos para ver qué hacer con los toldos y cómo instalarlos, descartando engancharlos en las fachadas. Y además, el colectivo almendralejense no puede participar en la convocatoria de la Junta para subvencionar estos centros comerciales porque no cumplen los requisitos. Eso les obliga a buscar otras fuentes de financiación para poner en marcha iniciativas como la Feria del Comercio o la creación de una gerencia.