Miles de feligreses y curiosos disfrutaron de una de las procesiones más particulares de la Semana Santa local como es la Borriquita de Domingo de Ramos. Se presentó como una de las pocas representaciones vivientes que ya quedan en Extremadura. Volvió a contar con la participación de más de 100 figurantes ataviados con el ropaje y la vestimenta tradicional de los hebreos de la época. Durante su recorrido, los presentes pudieron disfrutar de una representación significativa de la entrada de la procesión en la Ciudad Santa, así como de un recorrido adornada con palmeras y otros detalles que dieron colorido a la procesión que partió desde el templo de San Roque. La clásica Borriquita cerraba el desfile. También contó con mucha presencia de seguidores por las calles la procesión de La Burrita, que partió un año más de la Purificación. Su itinerario paseó por las calles del centro ante multitud de curiosos.