El libreto de la guerra preventiva aprobado en Camp David dos días después del 11-S sigue mandando. Pero una vez más, como se ha demostrado a lo largo de la historia, también aquí EEUU sólo ha planificado las hazañas bélicas, identificando victoria con solución. Y, evidentemente, no es tan lineal. Por eso es peligroso que, cuando aún no ha concluido la ocupación de Irak, Washington ya amenace con sordina a Siria con argumentos sobados y risibles. Es un acto, cuando menos ilógico, después de que sus tropas han roto los hilos que mantenían unido a Irak y que obligaron a Bush padre a frenar el avance sobre Bagdad en 1991. EEUU no sólo ha de presentar la cabeza de Sadam, sino normalizar un país con mayoría shií, con la minoría suní que gobernaba hasta ahora, cinco millones de kurdos en rebelión y Turquía al acecho, lo que augura una transición tensa y amenazante para un Ejército invasor que acaba de destruir el país que dice liberar.Muy duro para abrir otro frente.