Las empresas de tiempo compartido explican que una familia media destina 900 euros al año al disfrute de sus vacaciones anuales. Así, esta práctica, aseguran, le ofrece la posibilidad de pagar por 9.000 euros las vacaciones de los próximos cincuenta años, de forma que teóricamente se habría amortizado en sólo diez años. Sin embargo, las asociaciones de consumidores recuerdan que hay que sumar el gasto de mantenimiento.