Al cardenal diácono de más edad, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, le correspondió el papel de anunciar al mundo católico la buena nueva. Y lo hizo, desde el balcón central de la basílica de San Pedro, utilizando una fórmula novedosa: introdujo una breve presentación, previa a las palabras en latín que contienen el habemus papam de rigor, en italiano, español, francés, alemán e inglés, siguiendo la tradición políglota de Juan Pablo II.

Medina Estévez, que se tomó con calma su función y fue interrumpido en diferentes ocasiones por los congregados, saludó a la multitud al final.