Maestro, conserje, administrativo, auxiliar administrativo,... cualquier opción le conviene a Iván Aguedo para convertirse en funcionario. Da igual si la convocatoria es de la Junta o de algún ayuntamiento. "Aprovecho el temario común y así abro el abanico de posibilidades porque aprobar una oposición es el mejor seguro". Es a lo que se dedica desde que tuvo que cerrar la empresa de construcción que puso en marcha en el 2003 y que llegó a tener hasta 84 trabajadores. "Debido a los impagos y la crisis tuve que echar el cierre y volver a buscarme la vida". Esto ocurrió en marzo del 2008 y tras solucionar los problemas que le ocuparon tras la quiebra comenzó a estudiar para todo.

Hasta diez horas diarias le ha dedicado a los exámenes mientras continúa buscando empleo por todos lados. Ahora trabaja de forma eventual como monitor en una granja escuela en la Sierra de Aracena, y como comienza "la temporada alta" para optar a variopintos empleos temporales dejará de asistir a la academia en la que se prepara hasta octubre, cuando se le vuelven a cerrar las puertas.

Pero este joven de 32 años de la localidad pacense de Zahínos no dejará de estudiar. "Hasta que no consiga un puesto del Estado no voy a parar". Ayer tocó el turno de probar suerte como auxiliar administrativo, el 10 de julio hará lo mismo en las pruebas de subalterno, lo que haga falta por conseguir un puesto de trabajo "seguro". Lo que más le gusta es la formación, pero "eso es una cuestión que pasa a un segundo plano en situaciones tan complicadas como las que vivimos ahora con la falta de empleo".