Si usted es trabajador por cuenta ajena o recibe una pensión y vive en Extremadura gana, de media, 14.565 euros al año. Una cantidad modesta que refleja una remuneración mensual media de 1.214 euros --la que surge de buscar el promedio entre los que ganan casi 2.000 euros al mes y los que no llegan a los 600, por ejemplo--, pero bastante superior a lo que declaran cobrar los empresarios extremeños. De estos últimos, los que están en el régimen de módulos (habitualmente, autónomos de áreas como la fontanería o la albañilería, propietarios de bares o librerías...) declaran percibir 11.270 euros al año --3.295 euros menos que los asalariados o pensionistas--, mientras que los tributan por estimación directa --normalmente, quienes tienen negocios con mayor facturación y, obligatoriamente, aquellos en los que esta supera los 450.000 euros-- dan cuenta de una renta de 11.270 euros (4.909 menos).

¿Cómo es posible que quienes gestionan una empresa declaren unos beneficios tan por debajo de quienes cobran un salario o una pensión? Es la pregunta que, un año más, lanza el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), que ayer presentó su Informe de la Lucha contra el Fraude Fiscal de la Hacienda Tributaria . Este no solo revela el desfase entre la remuneración de los asalariados y pensionistas frente a los empresarios, sorprendentemente a favor de los primeros, sino también que este se ha duplicado en solo un año.

De este modo, se ha pasado de los 2.400 euros de más que, en comparación con los empresarios, declararon los trabajadores y pensionistas extremeños en el 2007 (como recogió el informe de Gestha publicado el año pasado --ver EL PERIODICO del 23 de agosto del 2009--) a los 4.900 de este. Para el portavoz del Sindicato de Técnicos de Hacienda, José María Mollinedo, este incremento tan llamativo está vinculado a la crisis: "en el 2008 se registró un crecimiento económico del 3,8%, si bien en los últimos meses del año ya empezaban a notarse los efectos el deterioro de la economía, pero la declaración de la renta se hizo a mediados del 2009, cuando ya estábamos en plena recesión. Entonces, los empresarios se vieron especialmente tentados a sucumbir al fraude, porque se preguntaron cómo iban a pagar por unos beneficios que entonces ya no estaban percibiendo".

PARADOJA EN LAS EMPRESAS Además, eso explicaría, a su juicio, por qué los empresarios en estimación directa (quienes tributan en función del cálculo de sus ingresos menos gastos) declararon en el 2008 una renta media menor (9.656 euros) que el año anterior (10.503). Esto no ocurre en el caso de los empresarios que hacen sus declaraciones por módulos (en función de unos criterios fijos, por ejemplo, el número de mesas en un bar), que pasaron de dar cuenta en el 2007 de 11.169 euros a 11.270 en el 2008, si bien el incremento que registran (1%) es mucho menor que el que presentan los asalariados y pensionistas (8%), que pasan de los 13.580 euros del 2007 a los 14.565 del año siguiente.

Para Mollinedo, lo paradójico no es solo el menor aumento de la retribución declarada por los empresarios de uno y otro tipo en comparación con el de los trabajadores y quienes cobran una pensión. También le parece muy llamativo que los empresarios en estimación directa declaren menos ingresos que los que tributan por módulos, cuando los primeros (empresas que superan los 450.000 euros de facturación --que deben usar este sistema obligatoriamente-- y profesionales puros como los arquitectos, médicos, abogados...) realizan habitualmente labores con mayor valor añadido que, en consecuencia, deberían suponer una mayor retribución.

En ese sentido, destaca que la renta media de los empresarios extremeños por módulos (11.270 euros) es similar a la nacional (11.623), mientras que el promedio de los que están en el sistema de estimación directa (9.656) está muy por debajo del valor del conjunto del país (12.089). Sin embargo, la diferencia más significativa comunidad-país está en la renta que perciben los asalariados y pensionistas de Extremadura (14.565) frente a los de España (19.288), lo que para Mollinedo está detrás de ese mayor desfase que se registre a nivel nacional. "No es que los empresarios extremeños defrauden más que los del resto del país, es que como los salarios y las pensiones de la región son menores, la diferencia con lo que declaran también lo es".En todo caso, lo que reclama Gestha es una mayor persecución del fraude fiscal, tanto a nivel autonómico como en el conjunto del país. En un comunicado, el sindicato considera que "el sentido común hace saltar las alarmas" a la hora de analizar las cifras citadas, ya que "resultaría a primera vista mucho más rentable ser trabajador por cuenta ajena o pensionista antes que notario, arquitecto o médico".

Los técnicos de Hacienda recalcan que la explicación a este comportamiento tan dispar entre los ingresos de los trabajadores y de los empresarios reside "en los altos niveles de fraude fiscal que viene arrastrando España en los últimos años". En ese sentido, resalta que "la economía sumergida en nuestro país aumentó en 25.000 millones entre los años 2000 y 2009 y ya alcanza los 245.000 millones, lo que representa el 23,3% del PIB, diez puntos más que los países del entorno".