La Asociación de Víctimas del Terrorismo de Extremadura nació en 1992 con el nombramiento de Manuela Orantos como delegada regional, una mujer de carácter decidido y siempre dispuesta a trabajar por los demás. Esta asociación trabaja especialmente en prestar apoyo psicológico y material a las familias extremeñas que han sufrido en su propia carne la locura de la barbarie terrorista de ETA. Orantos es una de las primeras socias de la asociación estatal, que arrancó en 1981.