Prudencia y esperanza son los términos que manejaba ayer constantemente la delegada en Extremadura de la Asociación de las Víctimas del Terrorismo (AVT), Isabel Chamizo, quien insistía en que su colectivo muestra una enorme "cautela" ante el alto el fuego permanente anunciado por ETA, ya que, aseguró, "hay que esperar para ver qué ocurre, pues los terroristas han realizado otras veces anuncios que no han cumplido".

Chamizo, viuda de un agente de la Guardia Civil asesinado por ETA, mostró su esperanza por que éste sea un primer paso para conseguir la paz, aunque advirtió de que la asociación de la que es delegada no consentirá que en una hipotética negociación "se le conceda a los terroristas todo lo que pidan porque eso sería jugar con tantísimos muertos y tantísimas víctimas y familiares que han sufrido y sufren durante estos años las consecuencias de la banda terrorista".

En concreto, la delegada de la AVT aseguró que los actos violentos de ETA han dejado 60 víctimas extremeñas, de las que 27 fallecieron --15 de ellas eran de la provincia pacense y 12 de la cacereña--. "Por todas estas personas y por sus familiares no hay que consentir que unas personas que no son presos políticos, que son asesinos, dejen de cumplir las penas íntegras", señaló.

Por otra parte, Chamizo insistió en que el mensaje de la banda armada "hubiera sido mucho más creíble si los terroristas hubieran salido con la cara descubierta", aunque apuntó que realmente espera "que el anuncio sea el inicio de algo".

También pidió "tranquilidad" al Gobierno, así como a todos los partidos políticos ante las posibles peticiones que realice la banda terrorista y demandó "mayor unión en estos momentos" entre las asociaciones de víctimas del terrorismo.