La llegada de Carme Chacón al Ministerio de Defensa ha causado no poca sorpresa, y algunas críticas. Pero también elogios, como los de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), que considera "un acierto" su designación.

El secretario general de AUME, Mariano Casado, afirmó que, por su perfil personal, Chacón puede afrontar de manera "eficaz" los retos del ministerio, y confió en que sabrá escuchar las demandas sociales del movimiento asociativo militar. AUME, de talante progresista, es la asociación mayoritaria y agrupa esencialmente a militares en activo. Su visión es diametralmente opuesta a la de la Asociación de Militares Españoles (AME) --conservadora e integrada en su mayoría por militares retirados--, que ayer abominó de la nueva ministra de Defensa.

El presidente de AME, José Conde, se preguntó si Zapatero quiere "jorobar" a los militares y calificó de "desprecio" al Ejército el nombramiento de Chacón por ser "mujer, catalana y estar embarazada". También subrayó su "desconocimiento" del mundo militar, y agregó que no es lógico que una catalana dirija Defensa, cuando el Ejército debe defender la unidad de España.

Sin llegar a un rechazo tan visceral, el nuevo destino de Chacón ha creado algunos recelos en los pasillos de Defensa. El viernes, integrantes de la estructura civil se mostraron perplejos por la decisión del presidente del Gobierno. Responsables militares cuestionaron su idoneidad por considerarla una persona joven, inexperta y catalanista.

LAS OTRAS CANDIDATAS No es una sorpresa que una mujer sea la nueva ministra de Defensa. Zapatero lo había insinuado. Pero se barajaban los nombres de mujeres con otro perfil, considerado más duro que el de Chacón.

En las quinielas estaba la que era y será ministra de Fomento, Magdalena Alvarez; la titular de Administraciones Públicas, que también repetirá, Elena Salgado, la vicepresidenta, María Teresa Fernández De la Vega, y la secretaria de Estado de Defensa, Soledad López.