A nadie se le escapa que en tiempos de crisis como los que vivimos, la estabilidad es un bien preciado y deseado. Siendo esta una de las ventajas que ofrecen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Ejército, no parece extraño que las peticiones para cubrir sus plazas aumenten y esto es lo que ya está ocurriendo en Extremadura. De hecho, el año pasado la cifra de aspirantes extremeños a los puestos de tropa y marinería de las Fuerzas Armadas subió casi dos tercios (63,9%), mientras que la de candidatos para entrar en la Guardia Civil se incrementó en más de una cuarta parte (27,3%) con respecto al 2007. El Cuerpo Nacional de Policía no ofrece los datos de solicitantes de sus vacantes por comunidades, pero en el conjunto del país esta cifra subió casi un 40% en el 2008 comparada con la de dos años antes.

Teniendo en cuenta que uno de cada cuatro jóvenes extremeños de 16 a 29 años (el 27,2%) están en paro (en total, unos 33.500) --según la última Encuesta de Población Activa (EPA)--, no es de extrañar que muchos busquen en el Ejército, la Policía o la Guardia Civil un trabajo estable. Sin embargo, a la vez que incrementa la cifra de aspirantes a estos puestos, la crisis ha reducido este año la oferta pública de empleo. Del recorte solo se libran las Fuerzas Armadas (que siguen por encima de los 5.600 puestos), pero no los dos cuerpos de seguridad, que caen de las en torno a 5.000 plazas convocadas el año pasado a las 1.949 en el caso de la Policía (escala básica) y las 2.283 en la Guardia Civil (escala de cabos y guardias.

No obstante, aunque nadie discute que la reducción de puestos ofertados está vinculada a la situación económica, no ocurre así con el incremento de su demanda. En ello discrepan, por ejemplo, los responsables de Defensa, que relacionan el incremento de la demanda de sus plazas de tropa y marinería con la mejora de las condiciones laborales de estos puestos a partir de la normativa aprobada en el 2006 y otras iniciativas, como la medidas dirigidas a facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral (regulación del régimen de guardia y custodia, protección en el embarazo de las mujeres militares...).

Así lo afirman fuentes de la Subdelegación de Defensa en Badajoz destacan además que la cifra de solicitudes en Extremadura se incrementó el año pasado con respecto al 2007 --cuando disminuyó, aseguran, por el endurecimiento de los requisitos académicos--, pero es similar a la del 2006: 2.570 aspirantes. Es por ello que creen que "el aumento del reclutamiento no es algo puntual que se haya producido con la actual coyuntura de crisis económica", sino que "se trata de un crecimiento paulatino desde el 2005, fundamentalmente por la mejora de las condiciones de la vida militar". A ellas podrán acceder este año, como efectivos de tropa y marinería, más de 5.600 personas, según la oferta de empleo presentada por el Gobierno, que mantiene así (lo que no ocurre en los otros cuerpos de seguridad) la oferta de años anteriores.

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