Los ecologistas creen que la cuarta opción es la menos mala, aunque la rechazan porque consistiría en enlazar la A-66 y la A-5 eludiendo Mérida. Es decir, crear un pequeño atajo. Este corredor arrancaría en la A-5 al este de Badajoz para bordear por el sur la Sierra de San Pedro y pasar junto a La Nava de Santiago. Desde ahí el trazado se acercaría a Rincón de Ballesteros y ascendería junto a la Autovía de la Plata hasta enlazar con ésta entre Casas de Don Antonio y Aldea del Cano, a 30 kilómetros de Cáceres.

Sea cual sea la opción elegida, el estudio informativo destaca además que las dos salidad de las ciudades suponen "una complejidad notable" debido a las interferencias urbanísticas y a la falta de suelo disponible para la futura autovía. Tras iniciar el estudio informativo de los posibles corredores y recibir las respuestas de los organismos consultados, la Adminstración debe ahora eliminar las opciones que por funcionalidad o impacto ambiental resulten inviables.