Como el resto de facultativos, Julián Puente Campo, médico de familia en Mérida ha visto un avance importante a la hora de atender a los pacientes, pues ahora atiende entre 10 y 15 enfermos menos al día que antes, lo que le permite mejorar la atención en sus consultas al disponer de más tiempo. Puente además estima que el paciente se beneficia doblemente. "La ventaja es que cuando tiene un tratamiento de largo plazo no necesita venir cada mes y para el resto de los pacientes esto, lógicamente, sobrecarga mucho menos las consultas y da más tiempo para atenderlos mejor". Un sistema rápido y barato, según dice, puesto que "ahora utilizamos un simple folio impreso. Además el programa es muy intiutivo", explica.