Sentados pacientemente en las polvorientas aceras semiasfaltadas de la calle Al Jabryia, con la resignación de quien vive en un país extranjero como mano de obra barata y vigilados, ametralladora en mano, por decenas de soldados del Ejército kuwaití. Así aguardaban turno ayer, en las proximidades del consulado de Arabia Saudí, miles de inmigrantes árabes que llevan decenios residiendo en Kuwait. Tan sólo pretendían obtener un visado de tránsito para poder escapar de la guerra.

Ya no quedaban asientos libres en los pocos vuelos que todavía despegaban del aeropuerto de Kuwait. Y, tras una jornada de tensión como la del jueves, con un sinfín de alertas aéreas, muy pocos de los más de un millón de inmigrantes árabes y asiáticos en Kuwait querían quedarse en el país.

TAREA COMPLICADA

Pero salir de la ratonera kuwaití no sencillo: al norte está Irak y el frente de guerra. Al sur, Arabia Saudí, un país que exige visado de entrada a sus hermanos árabes. Lograr un permiso de tránsito para salir por carretera es la única solución.

Halla Abu Duma, un comerciante egipcio, lleva ya una semana intentado salir de Kuwait. Esperó pacientemente desde las tres de la madrugada ante las oficinas de la compañía aérea egipcia Egyptair, con la esperanza de lograr un asiento en uno de los Boeing 747 especialmente habilitados ante el exceso de demanda. Ayer por la mañana, tenía posibilidades de embarcarse en un vuelo pero su intento quedó finalmente frustrado. "Yo estoy dispuesto a quedarme, pero mis hijos, que viven en Asuán, lloran cada vez que hablo con ellos por teléfono", explicaba.

Arkan Mohamed, un sirio que imparte clases en una escuela, sonreía cuando se le preguntaba si le parecía injusto el trato dispensado por las autoridades consulares saudís: "Esto ha sido siempre así". Aunque no parecía tener miedo, no veía ninguna razón para quedarse. "Las clases han sido suspendidas, y aprovecho para ver a mi mujer y a mis hijos", decía, mientras vigilaba que nadie le arrebatara su turno. Dos tercios de los dos millones de habitantes de Kuwait son extranjeros, casi todos de Asia y de países árabes, sin esperanza de acceder a la nacionalidad.